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jueves, 15 de diciembre de 2016

Ni incienso ni veneno político


Y mi trinchera está junto a usted,
señor gobernador. Gerardo Gaudiano
Rovirosa 141216/ Discurso por su Primer
Informe de Resultados al frente del
Ayuntamiento de Centro
.




Al rendir ayer miércoles su primer informe de resultados al frente del Ayuntamiento de Centro, el alcalde Gerardo Gaudiano Rovirosa salió al frente de quienes, como ha dicho el gobernador Arturo Núñez, hacen mala política —desde adentro y afuera del gobierno— y les advirtió que no se dejará vencer por nada.

Dejemos la grilla y la politiquería para otros tiempos electorales que están muy lejanos y no juguemos ni especulemos  con las necesidades de la gente, dijo el joven alcalde, a quien en algunos medios y en las redes sociales han comenzado a agredir como parte de la lucha sorda por el poder en Tabasco, por ser uno de los activos perredistas que se mencionan como posible candidato a la sucesión de Arturo Núñez Jiménez, una sucesión adelantada en la que el juego sucio y perverso ha aflorado.

No sólo censuró a quienes usan los medios como fallidas armas estratégicas en campañas de difamaciones y golpes bajos —de afuera y dentro, insisto— si no a los que en supuestas adhesiones de prensa le perjudican con incienso político que lo exhiben públicamente sin que Gerardo Gaudiano tenga que ver en esas campañas “amigas”.

“No me dejaré vencer por nada. Ni las críticas injustas me alejarán de mis obligaciones con la gente y tampoco me alejarán de esas obligaciones el aplauso fácil y el elogio inmerecido”, dijo con toda claridad el presidente municipal de Centro en el acto público celebrado en el patio central de palacio municipal, después de la sesión solemne de Cabildo en la que entregó el informe correspondiente a seis meses de trabajo al frente de la comuna.

Privilegió en su discurso la política de transparencia de su administración, como una práctica de congruencia en su vida, de ejercicio obligatorio para él y sus funcionarios. Puntualizó, para no dejar lugar a dudas: “Que quede claro, para mi gobierno, la transparencia  no puede ser opcional, sino obligatoria. Hoy la ciudadanía es vigilante de todas las decisiones que le afectan  y cuenta con los mecanismos jurídicos para denunciarlas”.

A quienes acusan por encargo o por intereses de grupo o facciones políticas les dejó un mensaje muy claro, que debe servir en la acción que el propio gobernador Arturo Núñez ha venido propiciando desde su gobierno: “Quien tenga pruebas de anomalías o actos de corrupción  que las presente ante las autoridades correspondientes y si hay responsables serán sancionados”.

Político de la nueva generación del cambio, Gerardo Gaudiano enfrentó a quienes a veces desde el anonimato o con el uso de testaferros critican y censuran: “Puedo aceptar, las críticas, puedo aceptar el que se denoste mi persona, pero jamás permitiré que digan, sin prueba alguna, que Gerardo Gaudiano Rovirosa no actúa con transparencia  y que su gobierno actúa fuera de la ley”, dijo en presencia de un gobernador que ha sufrido en carne propia el hecho de haber le tocado un gobierno de alternancia y transición política difíciles ante un fenómeno mundial en el que el poder ha sido acotado y atacado no sólo en el ejercicio democrático de los pueblos sino en los intereses mezquinos de quienes se oponen a los cambios .

A esos les dedicó el discurso político Gerardo Gaudiano al decirles: “Yo les pregunto a quienes hoy se llenan la boca con la palabra honestidad y transparencia, en qué caja fuerte guardaron o tenían escondidas estas palabras mientras fueron gobierno y tuvieron responsabilidades de gestión”. 

Dispuesto a pagar el costo político que una actitud de estos tamaños significa en estos tiempos de crisis, cuando el pueblo ha perdido la confianza en los políticos, Garardo Gaudiano debe estar satisfecho por salir al paso a la afrenta cobarde, al golpe bajo –de fuera y de adentro—, en un acto que vendrá a poner un hasta aquí a la guerra sucia que ya se ha desatado en esta sucesión adelantada en la que algunos olvidan quien es el que gobierna Tabasco y cuál su capacidad política y electoral.

El propio Gerardo Gaudiano les abre los ojos a esos practicantes de la mala política al ponerse al lado, junto a quien gobierna Tabasco: “Y mi trinchera está junto a usted, señor gobernador.

Gracias por su solidaridad, apoyo y compromiso con la gente de Centro”.

Fue, la de Gerardo Gaudiano, una lección para los que parece pasaron de noche las aulas de la política: “Y en estos meses de nuestra administración, con el  apoyo de nuestro gobernador, el licenciado  Arturo Núñez Jiménez, hemos sentando las bases de un municipio diferente, participativo, incluyente y solidario. Y lo estamos construyendo juntos  porque la gran meta es superarnos hoy,  para trascender mañana. Como dijo el gran poeta León Felipe, “lo importante   no es llegar primero y solos, / sino juntos y a tiempo”.

Fue más claridoso, principalmente para los de adentro: “Don Arturo, como siempre es un privilegio, compartir este amor por Tabasco, porque como bien lo expresó en su reciente informe de gobierno, “cada uno desde su trinchera  tiene que reforzar la unidad nacional porque los tiempos así lo exigen”.

Ya era necesario.


martes, 6 de diciembre de 2016

IRRESPONSABLES
TRANSPARENCIA
POLÍTICA

Caca de perro


Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer;
sin tener horario para hacer la siesta
ni rendirle cuentas al amanecer.
Alberto Cortés/ Callejero




Ayer, domingo, caminé por la zona luz. Por toda la calle Juárez y si bien es agradable no encontrar puestos a diestra y siniestra, como antes sucedía, hay algo peor: está comprobado que desde el gobierno municipal de Jesús Alí no lavan esas banquetas y calles del llamado centro histórico.


Y, lo peor, que es insoportable el olor a mierda de perro. Y vaya que no es sólo responsabilidad de los malos funcionarios del Ayuntamiento de Centro, esos que dice Gerardo Gaudiano Rovirosa que no tienen comprado el puesto y cualquier hora se pueden ir, sino también de las autoridades sanitarias.

La materia fecal de los perros, que en toda Villahermosa ya constituye un problema, es un mal de salud pública. La caca perruna contiene parásitos que causan diversas enfermedades en el humano, algunas de las cuales pueden causar ceguera y hasta la muerte. Y nuestra ciudad es una gigantesca perrera: en las casas no faltan estas mascotas que sacan a defecar por las banquetas citadinas.

Los excrementos son un problema, Y no sólo en Villahermosa. Ciudades como New York y París, por sólo citar dos casos, ha tomado medidas extremas, Un dato publicado en el New York Times revela que las multas impuestas por no recoger la caca de perro son de 750 euros en Londres. Paris, 600 euros; y New York, 100 euros.

No estoy aconsejando a Gerardo Gaudiano para que incremente ingresos, únicamente doy un dato de este mal, porque si no se castiga a los dueños que sacan por las noches sus perritos a retozar y cagar, al menos deben lavas las banquetas y las calles, como se hizo en los gobiernos priístas, el último de Jesús Alí.

Por ahí en las bodegas de la zona luz están guardados los equipos de limpieza que usaban en esa parte del centro de Villahermosa. Nuestra ciudad no merece que le pongan motes como La apestosa, por ejemplo. A Mérida por algo le llaman la Blanca Mérida; y no deje usted de asombrarse de lo limpio que luce Campeche. Ya no digamos porqué le llaman a París la Ciudad luz, si hacemos a un lado las toneladas de excremento de perros que produce.

Pero el problema de Villahermosa es problema cercano a nuestras narices. El alcalde Gerardo Gaudiano debe apretarle las tuercas a los funcionarios de la también llamada zona remodelada. Cuando menos en este mes de diciembre deben lavar la calle Juárez, que es donde más se siente el hedor villahermosino, y donde más caminan nuestros visitantes.

 Como algunos defensores oficiosos tratarán de aminorar el problema comparándolo con otras ciudades, de una vez les doy argumentos: en Buenos Aires, dice un analista, hay alrededor de 400 mil perros, que cotidianamente vierten unas 68 toneladas de excrementos sólidos además de unos 120 mil litros de orina. La mayor parte de tales deposiciones son recibidas en forma indiscriminada por las veredas y las plazas de la ciudad. Estudios realizados por la Facultad de Veterinaria de la UBA muestran que un 80% de las plazas de la ciudad de Buenos Aires se encuentran contaminadas con huevos de parásitos (Toxocaras, Ancylostoma, Trichuris, etc) capaces de infectar a las personas.

Y no estoy contra los perros sino contra sus dueños. Los perros callejeros, que antes las autoridades sanitarias recogían para sacrificarlos o los estudiantes de medicina veterinaria recolectaban para llevarlos a sus prácticas, son menos ahora. Quizá por el gusto que su carne ha despertado en algunas taquerías.

No, la caca de perro es excremento de canes con dueños que los sacan fuera de casa a hacer sus necesidades. En las zona luz, mejor dicho en la calle Aldama hay un matrimonio lleno de estos animalitos y no les molestan en sus casas. Esos son los culpables de que Villahermosa apeste.

A los perros hasta se les puede cantar:

Era callejero por derecho propio;
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya, sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser.
Libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Sí, pero sus excrementos, al menos en la calle Juárez de Villahermosa, son un problema que deben resolver para que no apestemos tanto.

Y el título de esta columna no es copia de una obrita de teatro que se llama Caca de Gallina.