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viernes, 14 de enero de 2011

ADULADORES

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com


Todo es personal

En la vida del hombre todo es personal.
Hasta eso que llaman negocios es personal.
¿Sabes quién me enseñó eso? El Don. Mi padre.
El Padrino. Si alguien perjudica a un amigo suyo,
el Don lo toma como una ofensa personal
.
Mario Puzo / El Padrino

Como daño colateral puede estimarse la mención que de este columnista se hace, ayer domingo en el diario Tabasco Hoy, en el sentido de que no se me dejó entrar al IV informe del gobernador Andrés Granier.
Falso. Quiso no dejarme entrar la boletinera Luisa Manrique. Pero entré y —en desquite— tomé fotografías que nadie tiene. Algunas se publicaron ya en Rumbo Nuevo y Diario de la Tarde.
Agradezco, “mas sin embargo”, la mención que tal vez se hizo en un intento de defenderme, cosa rara en este medio; pero entiendo que el columnista que tal escribió oyó campanas y no supo dónde estaban.
La verdad, se me menciona no en defensa gremial sino para agredir a un funcionario del Gobierno de Tabasco, cuyo nombre no se atreven a publicar.
Así escriben: “A Erwin Macario no lo dejaron entrar a la gaviota lo sacaron y varios medios no pudieron cubrir el informe por las travesuras de quien sigue haciendo de las suyas, este personaje que nada aporta a Tabasco” (SIC. Respeto ortografía y sintaxis así como el miedo de dar el nombre de ese personaje). El nombre del columnista no importa.
El IV informe, como los anteriores, fue un acto oficial en el que se enviaron invitaciones. Quienes las tuvieron entraron. Ciertamente el manejo de prensa se hace conforme a un criterio en el que algunos podemos estar descontentos. Y decirlo. Pero en este caso hago la aclaración, para que no haya mal entendidos: no se me faltó al respeto.
Éste, el respeto, es algo que más exijo en mi profesión. El que alguien haya intentado no dejarme entrar a la zona de invitados se remedió. Era invitado e hice respetar tal condición. Señalar que no me dejaron entrar puede prestarse a malas interpretaciones. Yo no asisto a lugares donde no se me invita, a menos que por su calidad pública y abierta, y también por ser noticia, sea de interés público y, por lo tanto, tenga derecho de acceso como periodista.
Hoy no voy decir como el ex gobernador Sabines a sus detractores, sino a regalarles una fábula de Tomás de Iriarte:
Un oso con que la vida/ ganábase un piamontés,/ la no muy bien aprendida/ danza ensayaba en dos pies.
Queriendo hacer de persona,/ dijo a una mona: —¿Qué tal?/ Era perita la mona,/ Y respondióle: —Muy mal.
—Yo creo —replicó el oso—/ Que me haces poco favor./ Pues qué, ¿mi aire no es garboso?/ ¿No hago el paso con primor?/
Estaba el cerdo presente/ y dijo: —¡Bravo! ¡Bien va!/ ¡Bailarín más excelente/ no se ha visto ni verá!
Echó el oso, al oír esto,/ Sus cuentas allá entre sí,/ y con ademán modesto/ hubo de exclamar así:/ —Cuando me desaprobaba/ la mona, llegué a dudar;/ mas ya que el cerdo me alaba,/ muy mal debo de bailar.
Guarde para su regalo/ esta sentencia un autor:/ “Si el sabio no aprueba, ¡malo!;/ Si el necio aplaude, ¡peor!”.
En otro orden de idea, la semana pasada fue importante en la política. El informe del gobernador Granier y sus repercusiones, el lavadero público perredista en el Congreso, donde salieron a relucir hasta líos de alcobas y corrupciones entre los diputados del PRD que, así, dejaron a un lado la ratificación del titular del Órgano Superior de Fiscalización que, así, acompletará —si Dios quiere— 17 años al frente de ese organismo encargado teóricamente de cuidarle la mano a los funcionarios pillos y hacer que haya transparencia en el manejo de los fondos públicos.
Destaca, como cierre, el discurso del secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal en la conmemoración del centenario del inicio de la Revolución Mexicana, documento que en estos días será motivo de análisis mediáticos.
LADO CLARO
Dijo bien Humberto Mayans en el discurso oficial del 20 de noviembre: “El divisionismo y los conflictos que nos han caracterizado en los últimos 20 años deben desaparecer. Unidad, solidaridad y tolerancia deben ser valores que definan la actuación de los actores políticos, de los comunicadores, de los intelectuales y de la ciudadanía en general”.

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