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viernes, 2 de marzo de 2018




Tp020318 Sucesión RUMBO NUEVO
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario


Prensa tersa                                     
¿Quién está ganando? no es una 
pregunta ideológica. Al preguntarla 
repetidas veces, los periodistas subrayan 
que  su profesión no es ideológica. Pero, 
¿cómo este patrón ayuda a los votantes a 
tomar decisiones? ¿Deberían votar por el 
candidato con la mejor estrategia? Jay Rosen/
¿La neutralidad periodística tiene límites? 020910
                                  
El fin no justifica a los medios. La frase se me ocurre ante tantas piruetas de algunos compañeros de los medios informativos que más allá de la pluralidad, de la neutralidad y de la tinta pareja para todos los candidatos para la sucesión de Arturo Núñez Jiménez no sólo actúan como oficiosos defensores de algunos de ellos sino como feroces detractores, en un juego sucio que mancha al periodismo tabasqueño.
A ningún medio puede justificársele el fin de servir sólo a determinado candidato a la gubernatura de Tabasco. Si el propio árbitro principal de esta sucesión, Arturo Núñez, ha reiterado en muchos tonos y en varios espacios el piso parejo para todos los que vayan en las boletas electorales del 1 de julio, a los medios sí puede exigírseles la tinta pareja, el tiempo parejo, el espacio cibernético neutral para que en igualdad de condiciones, pese a las encuestas cuchareadas, sea el pueblo el que decida en las urnas quiénes gobernarán Tabasco el próximo sexenio.
Si los medios pecan en ello, más de culpar son los políticos a los que podría decírseles la frase original: el fin no justifica los medios. El colega Rodulfo Reyes, en su columna del pasado fin de mes lo señala muy bien: En fechas recientes militantes de Morena y simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador están difundiendo por todos los medios posibles que el candidato a la gubernatura, Adán Augusto López Hernández, le saca una distancia enorme a sus pares del PRI y PRD, Georgina Trujillo Zentella y Gerardo Gaudiano Rovirosa, respectivamente.
“Al notario público número 27 con licencia le dan arriba de 40 puntos, incluso más que la enorme diferencia que les saca López Obrador a sus pares el priísta José Antonio Meade y el panista Ricardo Anaya”, dice Rodulfo, siempre cuidadoso en su manejo de prensa al grado de hurgar en columnas ajenas que no se agreda, como ayer lo hicimos, siquiera a un mal encargado de prensa como el que tiene Gina y, quizá, mucho menos a su presunto futuro coordinador de esta área en la campaña, Juan Carlos Castillejos.
Y es cierto, tal vez el coraje de confirmar el desempeño de este tipo de gente, que malean la relación prensa-poder, nos hace, a veces, ser agresivos. En algo servirá. Y es que a pesar de ser reportero por siempre, el hecho de escribir para una columna nos provoca, a veces, insisto, ser subjetivos.
Leer el mismo análisis del abuso de las encuestas por parte de Morena y su candidato, como muy bien da a entender el colega columnistas, me hace pensar cómo desde hace tiempo, y en ello es congruente, ha señalado, sin agredir, las propias fallas del actual candidato a la gubernartura por parte del partido de Andrés Manuel López Obrador, que será parte del juego sucio en esta campaña, como es relacionarlo con la delincuencia organizada, como se puede inferir de notas periodísticas, sin insultos, aparecidas en su tiempo.
Otros medios que no se justifican en los políticos, pero que ya forma parte de la lucha por el poder, son los chantajes políticos. Decenas de aspirantes frustrados a un cargo electoral tiran la toalla y abandonan su esquina partidista para ir a probar suerte junto a los que antes eran sus enemigos. En esta columna se ha criticado a gente como Fernando Mayans Canabal, que defeccionó del PRD y se fue a Morena. Tal vez no sea traidor pues siempre estuvo de lado de Andrés Manuel López Obrador y debió sentirse muy mal con el alejamiento entre éste y el gobernador Arturo Núñez.
Hacer un comentario como éste no pierde valor por el hecho que se critique, como en el caso de Gina, que una de las causas que le hizo perder imagen en los medios al hermano de Humberto Mayans fue también su encargado de prensa, Román de la Cruz. Muchos de estas rémoras o faunas de acompañamiento de ciertos personajes políticos actúan contra algunos periodistas y benefician a otros, como sucedió con Castillejos en el gobierno de Manuel Andrade Díaz. Ni Gina, ni algún otro candidato debe prescindir de quienes en los medios pueden apoyarle en sus campañas políticas y mucho menos por gente que es más el daño que el beneficio que pueden aportar, acostumbrados más que a las relaciones públicas a la compra de conciencia. Así ya no debe funcionar, y no funcionará la política.
Pensar en un periodismo terso no es posible. Alguien tiene que escribir asuntos como el de Federico Madrazo, por citar otro ejemplo. Y hoy baste repetir al amigo José Luis Gutiérrez: Hay que reconocer que su codicioso dirigente Federico Madrazo Rojas lo ha convertido en un negocio político redondo, próspero, fructífero, como lo demuestra la billetiza que se lleva —aseguran sus propios correligionarios y pares— por la labor de zapa que ha venido realizando en el Congreso en contra de su ex partido el PRI, y que se comprobó cuando maniobró burdamente, para quedarse por unas horas con la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados.
“En aquel entonces —agrega JLGG— se dice que recibió una fuerte cantidad de dinero en efectivo para evitar el arribo de Manuel Andrade Díaz a la presidencia de la Jucopo. El precio era lo de menos, la consigna era que por ningún motivo el ex gobernador relevará a José Antonio de la Vega Asmitia.
Ni modo. Así escribimos los tabasqueños.

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