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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
De mercenarios y guerreros
Ninguna palabra posterior, por
bella que sea, puede esconder
la ofensa anterior. Ni la mentira
ni la traición se atemperan, siquiera,
a posteriori. Lo dicho, dicho está. Y las
pruebas lastiman. Filósofo del Macayal
Un espacio periodístico de libertad no puede cerrar el espacio a una réplica que, pese a la frases finales, considero respetuosa. Por eso cedo mi espacio a la diputada Lorena Beauregard. Usted juzgue.
Villahermosa Tabasco, a 19 de Octubre de 2010
Estimado Erwin:
Sirvan estas líneas para saludarte cordialmente y para externar mi modesto reconocimiento a tu larga trayectoria periodística.
Como muchos de tus lectores, me cuento entre quienes disfrutamos tu singular estilo de análisis y la vasta cultura que impregnas en cada uno de tus escritos, crónicas y columnas.
En la “Transparencia Política” publicada este martes 19 de octubre en el diario Rumbo Nuevo, haces gala de ese recurso al que nos tienes acostumbrados a tus habituales lectores, y donde calificas una de mis recientes declaraciones públicas en un medio de comunicación, citando a uno de los clásicos de la ciencia política, a Nicolás Maquiavelo.
El contraste entre lo que dije y sostengo, y las frases y conceptos que extraes del libro “Del arte de la guerra”, en realidad, debo reconocer que me honran y que mucho aprecio.
Sin embargo debo decirte que no aplican, no en este caso especifico de mis declaraciones a las que haces referencia, y menos aun a la actitud autocrítica que he mantenido, como bien lo consignas, a lo largo de mi vida pública y de las cuales hay sobrados testimonios escritos y videograficos.
En todo caso, lamento profundamente el simplismo y la ligereza con que se han recogido mis palabras en algunos sectores y grupos de poder.
Los que perdieron en 1997 el gobierno del Distrito Federal y en el 2000 la presidencia de la república, son eso, perdedores que cerraron sus oídos a toda posibilidad de autocrítica y también a la posibilidad de recomponer el camino y conjurar la derrota.
Hoy quienes ilusamente creen que los problemas se resuelven cerrando los ojos a la realidad, para no ver lo que acontece a su alrededor y tratando de acallar las voces críticas. Como si la salvación del PRI y de ellos mismos fuera a ocurrir de manera natural e inevitable, por algún designio superior o divino.
Tu mensaje entrelineado es claro y preciso, tomo nota de él, y asumo el desafío, pues como tu bien lo consignas en tu texto, soy mujer de decisiones, de lucha, de guerra, y las guerras se ganan con estrategia y con inteligencia.
Lo dije en el artículo que escribí en ese entonces para la revista Etcétera, para el caso de la Presidencia, lo digo de nuevo ahora con toda claridad, responsabilidad y genuina preocupación priista: si no recomponemos el rumbo, si no escuchamos a la sociedad, si nos encerramos en el discurso de la autocomplacencia, estaremos irremediablemente condenados a perder Tabasco en el 2012, lo cual que desde luego para mí como priista no es lo deseable.
La lucha política debe ser diáfana, estratégica inteligente, sin simulaciones, y más aun, sin golpes debajo de la mesa.
Volviendo al aspecto de la cultura, coincido contigo y con el gran autor florentino, en que “Debe el Rey, si quiere vivir seguro, formar su infantería con hombres que en tiempos de guerra acudan de buen agrado a pelear, y en el de paz con mayor gusto vuelvan a sus casas”.
Me parece una espléndida frase que mide el talante y la estatura que deben tener los hombres que acompañan al Rey.
Yo agregaría, con palabras del propio Maquiavelo, que para seleccionar a los soldados del Rey debe valorarse sobre todo su conducta, porque “modestia y honestidad son las virtudes más apreciables en todo soldado, pues impiden que sean piedra de escándalo y germen de corrupción”.
También advertiría con Maquiavelo, que “no poder ver nítidamente es letal para cualquier ejército”. Tapar el sol con un dedo, es el peor error que podemos cometer hoy en día a los tabasqueños.
Y cierro mis citas diciendo a quienes creen que la guerra es contra quienes sólo estamos dando la voz de alerta ante una realidad que nos amenaza a todos, y a ellos mismos más que a ningún otro, que: “el país que contrata mercenarios se expone a afrontar dos riesgos; la amenaza que comportan los soldados extranjeros que tiene a sueldo, y la insurrección de sus propios ciudadanos”.
Te envió un abrazo cordial
Diputada Lorena Beauregard de los Santos
*Periodista. Premios: Radio Chapultepec, Club Primera Plana (35 y 40 años), Premio México de Periodismo, el Premio Estatal 1991 y el Rumbo Nuevo 2010. Ha publicado Periodismo y utopía, Vocabulario tabasqueño (en colectivo) y el prólogo de La última ruta de Cuauhtémoc, de Humberto Muñoz Ortiz http://www.erwinmacario.blogspot.com/
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
De mercenarios y guerreros
Ninguna palabra posterior, por
bella que sea, puede esconder
la ofensa anterior. Ni la mentira
ni la traición se atemperan, siquiera,
a posteriori. Lo dicho, dicho está. Y las
pruebas lastiman. Filósofo del Macayal
Un espacio periodístico de libertad no puede cerrar el espacio a una réplica que, pese a la frases finales, considero respetuosa. Por eso cedo mi espacio a la diputada Lorena Beauregard. Usted juzgue.
Villahermosa Tabasco, a 19 de Octubre de 2010
Estimado Erwin:
Sirvan estas líneas para saludarte cordialmente y para externar mi modesto reconocimiento a tu larga trayectoria periodística.
Como muchos de tus lectores, me cuento entre quienes disfrutamos tu singular estilo de análisis y la vasta cultura que impregnas en cada uno de tus escritos, crónicas y columnas.
En la “Transparencia Política” publicada este martes 19 de octubre en el diario Rumbo Nuevo, haces gala de ese recurso al que nos tienes acostumbrados a tus habituales lectores, y donde calificas una de mis recientes declaraciones públicas en un medio de comunicación, citando a uno de los clásicos de la ciencia política, a Nicolás Maquiavelo.
El contraste entre lo que dije y sostengo, y las frases y conceptos que extraes del libro “Del arte de la guerra”, en realidad, debo reconocer que me honran y que mucho aprecio.
Sin embargo debo decirte que no aplican, no en este caso especifico de mis declaraciones a las que haces referencia, y menos aun a la actitud autocrítica que he mantenido, como bien lo consignas, a lo largo de mi vida pública y de las cuales hay sobrados testimonios escritos y videograficos.
En todo caso, lamento profundamente el simplismo y la ligereza con que se han recogido mis palabras en algunos sectores y grupos de poder.
Los que perdieron en 1997 el gobierno del Distrito Federal y en el 2000 la presidencia de la república, son eso, perdedores que cerraron sus oídos a toda posibilidad de autocrítica y también a la posibilidad de recomponer el camino y conjurar la derrota.
Hoy quienes ilusamente creen que los problemas se resuelven cerrando los ojos a la realidad, para no ver lo que acontece a su alrededor y tratando de acallar las voces críticas. Como si la salvación del PRI y de ellos mismos fuera a ocurrir de manera natural e inevitable, por algún designio superior o divino.
Tu mensaje entrelineado es claro y preciso, tomo nota de él, y asumo el desafío, pues como tu bien lo consignas en tu texto, soy mujer de decisiones, de lucha, de guerra, y las guerras se ganan con estrategia y con inteligencia.
Lo dije en el artículo que escribí en ese entonces para la revista Etcétera, para el caso de la Presidencia, lo digo de nuevo ahora con toda claridad, responsabilidad y genuina preocupación priista: si no recomponemos el rumbo, si no escuchamos a la sociedad, si nos encerramos en el discurso de la autocomplacencia, estaremos irremediablemente condenados a perder Tabasco en el 2012, lo cual que desde luego para mí como priista no es lo deseable.
La lucha política debe ser diáfana, estratégica inteligente, sin simulaciones, y más aun, sin golpes debajo de la mesa.
Volviendo al aspecto de la cultura, coincido contigo y con el gran autor florentino, en que “Debe el Rey, si quiere vivir seguro, formar su infantería con hombres que en tiempos de guerra acudan de buen agrado a pelear, y en el de paz con mayor gusto vuelvan a sus casas”.
Me parece una espléndida frase que mide el talante y la estatura que deben tener los hombres que acompañan al Rey.
Yo agregaría, con palabras del propio Maquiavelo, que para seleccionar a los soldados del Rey debe valorarse sobre todo su conducta, porque “modestia y honestidad son las virtudes más apreciables en todo soldado, pues impiden que sean piedra de escándalo y germen de corrupción”.
También advertiría con Maquiavelo, que “no poder ver nítidamente es letal para cualquier ejército”. Tapar el sol con un dedo, es el peor error que podemos cometer hoy en día a los tabasqueños.
Y cierro mis citas diciendo a quienes creen que la guerra es contra quienes sólo estamos dando la voz de alerta ante una realidad que nos amenaza a todos, y a ellos mismos más que a ningún otro, que: “el país que contrata mercenarios se expone a afrontar dos riesgos; la amenaza que comportan los soldados extranjeros que tiene a sueldo, y la insurrección de sus propios ciudadanos”.
Te envió un abrazo cordial
Diputada Lorena Beauregard de los Santos
*Periodista. Premios: Radio Chapultepec, Club Primera Plana (35 y 40 años), Premio México de Periodismo, el Premio Estatal 1991 y el Rumbo Nuevo 2010. Ha publicado Periodismo y utopía, Vocabulario tabasqueño (en colectivo) y el prólogo de La última ruta de Cuauhtémoc, de Humberto Muñoz Ortiz http://www.erwinmacario.blogspot.com/
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