Páginas

miércoles, 23 de mayo de 2018

Tinta roja (II)

Tp220518 Seguridad RUMBO NUEVO
Erwin Macario
Si no se precisa pronto el móvil del crimen,
la suspicacia pública a menudo lanza el rumor
de que la ejecución ha sido un ajuste de cuentas.
Carlos Moncada Ochoa/ Oficio de muerte. Periodistas
asesinados en el país de la impunidad.


La muerte de Juan Carlos Huerta, acaecida hace ochos días, desató de nuevo la suspicacia y el encono de quienes con verdades a medias intentan llevar agua a su molino político, más en estos tiempos electorales.
En las redes no se habla solamente de una ejecución, un ajuste de cuentas sino se acusa al propio gobierno, lo más fácil para los que siembran dudas y rencores, en las redes, principalmente.
Pero la sociedad ya está cansada de la violencia y de los falsos líderes que cargan a los muertos para sus fines aviesos, y de los políticos de algunos partidos que han pretendido montarse en el cadáver del comunicador de radio y televisión para sembrar el miedo.
Ciertamente, como lo dice Moncada en el libro que desde ayer lunes citamos en esta columna, entre más tarden las autoridades en dar información creíble, más crecerá la especulación.
Asì lo dice Carlos Moncada: Si no se precisa pronto el móvil del crimen, la suspicacia pública a menudo lanza el rumor de que la ejecución ha sido un ajuste de cuentas, pues cae sobre  la víctima la sospecha de haber colaborado con los narcotraficantes. Sin razón se manchan así reputaciones, sin contar con que la sospecha es creada en ocasiones por funcionarios interesados en oscurecer la investigación.
Otros tres casos recientes de asesinatos de periodistas en Tabasco confirman esto: Rodolfo Rincón Taracena, notarrojero de Tabasco Hoy, fue desaparecido en enero de 2007, y no fue sino años después, con la detención de miembros de la delimcuemcia organizada que se conoció la versión de haber sido ejecutado por el crimen organizado.
De Alerjandro Fonseca Estrada, alias “El Padrino Fonseca”, no hubo duda alguna pues el mismo día de su muerte, 23 de septiembre de 2008, se supo que fue el crimen organizado el que lo asesinò por negarse a quitar una manta contra la delincuencia que el locutor colocaba en el cruce de las avenidas Paseo Tabasco y Ruiz Cortines, donde emprendería una campaña contra la violencia y el crimen.
Mayor ruido provocó, unos días, el asesinato del empresario radiofónico y ex diputado federal del PRD, Moisés Dagdug Lutzow, el 19 de febrero de 2016, pues los enemigos del gobierno de Arturo Núñez le cargaban —como lo hacen ahora con el crimen de Huerta— el asesinato dizque por el ejercicio periodístico contra el gobernante. Se aclaró que había sido un robo y asesinato por parte de amigos del comunicador, después de una fiesta en su casa.
La tardanza actual en el crimen de Huerta la aprovechan ciertos políticos y sus adlàteres, pero el pueblo ha mostrado repudio, como lo prueba la fallida marcha convocada desde algunos grupos de Whatsapp, en su mayoría de periodistas y advenedizos de periodismo, que no sólo invitaban a los colegas sino a la sociedad civil para esa “marcha pacífica” que fue utilizada para acusar de ese crimen al gobierno estatal.
Los hechos del martes 15 dieron pauta al columnista para mencionar un libro que mucho serviría a la Policía en tiempos y eventos de crisis. Su autor, lo decíamos ayer, es un argentino que está temporalmente en Tabasco y ha querido aportar parte de sus experiencias a nuestras fuerzas públicas. Ni siquiera lo han recibido.
Daniel Alberto Abaca es experto que escribe acerc de su actividad policiaca en el marco de la inseguridad.
Un aporte, en estos tiempos de futuras autoridades, es el que ya algunos candidatos mencionan en sus campañas: la participación comunitaria en  materia de seguridad, creando consejos de seguridad con la participación ciudadana para garantizar efectividad y control de sistemas y medidas de gobierno.
Control y auditoria de las agencias privadas de seguridad, ente otras de las aportaciones del libro que si bien se enfoca en gran parte al problema que en Argentina era la toma de rehenes, analiza hasta los factores que afectan la buena capacitación de la policía.
Ya se dijo en la anterior entrega que Abaca res instructor. Bien puede dar algunas conferencias sobre seguridad y medidas contra el crimen, pero le han cerrado las puertas de la Policía en Tabasco. Una conferencia que está en tràmite en una dependencia de Gobierno puede ser el ábrete sésamo que permita aprovechar esa experiencia de más de 30 años en las fuerzas policíacas de Buenos Aires, Argentina,  en el cuerpo de élite llamada Halcones.
EXCÀLIBUR
Y de seguridad habló ayer el candidato a gobernador Gerardo Gaudiano según boletín.
Centro será uno de los municipios más seguros del país Gaudiano
Con cuadrantes más amplios y fortalecidos, con estrategias que incluyan a todas las colonias y fraccionamientos, generando empleo y permitiendo la inversión bajo las mejores garantías, lograremos que el municipio de Centro, sea uno de los más seguros del país.
“Mi corazón está en Centro, aquí trabaje incansablemente, llevé mucha obra pública a dónde nadie más había ido, aposté a la construcción de unidades deportivas y canchas de fútbol para alejar a los jóvenes de los vicios y así pudieran estar en una vida apegada al deporte, a la construcción de mercados para ayudar al comercio y así darle espacios dignos para sus actividades diarias, a la pavimentación de calles y caminos, en colonias que por muchos años estuvieron marginadas, además brindamos apoyo social a quienes más lo necesitaron; hoy de nueva cuenta estoy aquí, para seguir trabajando por el amor que le tengo a este municipio y a Tabasco”, dijo Gerardo Gaudiano Rovirosa, durante su visita a la colonia José María Pino Suárez mejor conocida como Tierra Colorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario