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jueves, 3 de abril de 2008

PEZ DIABLO

Reportaje030408macario


El pez diablo es, en realidad,
pez ángel para nuestra salud

*Alimento contra problemas cardiacos y de colesterol alto
*En Tabasco sólo lo aprovecharán para producir harinas
*Debe usarse integralmente como un producto pesquero

Por Erwin Macario

La nota se perdía al final del boletín oficial del Congreso de Tabasco: “La contadora Laura Viñas, también representante de Maya Gold, precisó que de 30 toneladas de pez diablo se extraen cinco toneladas de harina, altamente rica en calcio y omega 3”.
Se informaba de la reunión de pescadores tabasqueños con la empresa Maya Gold, que tiene en proyecto, con el gobierno de Chiapas, procesar harina de ese pez que es considerado una plaga pero que en realidad no se está aprovechando ni en Tabasco ni en otras entidades donde su presencia ha diezmado la población piscícola al alimentarse de los huevos de las especies naturales.
El uso de este pez como materia para producir harina se dará más como un combate a “esa plaga” que como un aprovechamiento de este recurso piscícola, lo que puede ser utilizado para pagar precios bajos a los pescadores. Al fin y al cabo, les dirán, se les está ayudando a terminar un problema.
Empero, ¿sabía usted que el también llamado “pez armado” es uno de los más ricos platillos y puede prepararse en muchas formas?
Funcionarios e investigadores de seis universidades –cuatro de México y dos extranjeras–, y de cuatro centros superiores de investigación, así como funcionarios de Turismo y autoridades municipales, avalan lo anterior: el 23 de enero de este año saborearon en Pátzcuaro, Michoacán, en la “Primer muestra gastronómica y degustación del pez armado”, una decena de platillos preparados con este animal: paté, ensalada de filete, medallones, filete a las hierbas, filete al ajonjolí, ceviche, armado al terrón de sal, frito, al horno…
Se trata, de una propuesta alimenticia para aprovechar el pez diablo o armado y generar ingresos para los pescadores por este concepto, pero también para aprovechar los subproductos del pescado para la elaboración de artesanías, informó la Agencia Cuasar.
Además de su riqueza proteica, se puede generar ensilado del pez para alimentar al ganado y a las aves de corral, y no existe perdida proteica, amén de que el propio ensilado puede también ser aprovechado para la alimentación de la tilapia y del pez blanco. Pero no solo en su valor alimenticio radica la importancia del pez diablo sino en en la capacidad de utilizar escamas, huesos y piel del pescado para la elaboración de artesanías. Y darle un valor agregado a estos subproductos.
No sólo utilizarlo para producir harina de pescado, cuyo costo y beneficio para los pescadores se estima será muy bajo.
El proyecto de investigación en Michoacán se realiza con fondos del Conacyt y participan las universidades Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Nacional Autónoma de México, Autónoma de Baja California, Autónoma de Queretaro así como la Universidad Estatal de Maringa, Brasil y la Universidad de Stirling, Escocia, Reino Unido; y los centros Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional, de Investigaciones Biológicas del Noreste, de Investigación en Alimentación y Desarrollo, de Mazatlán, y de Investigación y Estudios Avanzados Mérida.
Fue el investigador nicolaíta Carlos Martínez Palacios, perteneciente al cuerpo académico de Biotecnología Acuícola y acuicultura de la universidad Michoacana quien en esa reunión académica y política, señalo que el pez diablo no debe ser llamado así, sino ángel por la importancia nutricional que reviste y añadió que un filete del pez armado contiene el 91 por ciento de proteínas, y es rico en omega 3, por lo que bien puede ser el alimento para quienes tienen problemas cardiacos y de colesterol alto.
En Tabasco se nos fue la nota hasta el final del boletín: “…de 30 toneladas de pez diablo se extraen cinco toneladas de harina, altamente rica en calcio y omega 3”.
Claro que se trató, el de Tabasco, más que de un proyecto productivo de un acto de arreglo comercial en el que la fábrica productora de harina no sólo se ubicará en tierras chiapanecas sino que obtendrá el producto pesquero como desecho de pesca, como basura biológica, una plaga que no sólo rompe las redes de los pescadores sino que contamina las aguas al pudrirse abandonada en los ríos, arroyos, lagunas y riberas tabasqueñas.
El documento del Congreso al dar a conocer la reunión de los cooperativistas de la pesca con la diputada Amalín Yabur Elías, la presenta como “impulsora de una solución integral al problema del Plecostomus” e informa que “como parte de las actividades de seguimiento a la reunión de pescadores del municipio de Centro con expertos de Playas de Catazajá, Chiapas, para controlar la plaga del Plecostomus o pez diablo mediante su conversión en harina, se acordaron cinco posibles rutas para la entrega del producto y se iniciaron los contactos con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafop) para entrevistarse con su titular a fin de gestionar apoyos para los trabajadores de la red”.
“Los cooperativistas entregaron a la diputada Amalín Yabur Elías, impulsora de una solución integral al problema del Plecostomus, una lista con las posibles rutas de entrega a la cual dio lectura”, revela el boletín oficial.
Experta en gastronomía, empero, la diputada Amalín Yabur no ha considerado que en lo que llaman solución integral a la plaga del pez diablo, pez armado o plecostomus, el aprovechar la especie como alimento puede contribuir a que deje de ser una plaga y se convierta en un producto alimenticio de grande y saludable importancia para el pueblo, principalmente por el contenido de calcio y omega 3, que ponderan las universidades y autoridades en Michoacán y que reveló aquí en Villahermosa una de las funcionarias de la empresa Maya Gold.
Se ha convenido ya con los cooperativistas “realizar un recorrido por las cinco rutas a fin de ubicar los sitios adecuados para la entrega del producto, su almacenamiento, los tiempos entre uno y otro punto, así como definir el mejor itinerario”. Esto será el próximo jueves 10 de abril, a partir de las 6.00 horas y participarán asistentes de la diputada Yabur Elías, líderes cooperativistas y el dirigente campesino Carmen Ulín Valencia.
Las rutas para entregar lo que en realidad manejaran como desecho de pesca, mas que como producto pesquero, serán la comprende la zona de las rancherías Matillas, Sabanas Nuevas, Ismate y Chilapilla 2ª Sección y estará integrada, entre otras, por las cooperativas Boca del Campo, Santa Elena, La Hicotea y El Pajonal; la segunda comprende las localidades, compuestas, entre otras agrupaciones, por Alianza de Coronel Traconis, Buenos Aires, La Isla y arroyo el Zapote; la tercer ruta la integrarán las cooperativas El Camarón, Laguna El Cuy, Gaviotas, Los Acosta, en la zona de la colonia Gaviotas de Villahermosa: la cuarta ruta, zona de Los Aztlanes, estará integrada por las cooperativas Barra Ciega, permisionarios de Acachapan y Colmena y la quinta y última ruta sería la formada por pescadores de El Espino.
Que el precio que recibirán los pescadores se estima sea bajo es una realidad. Por eso el boletín del Congreso señala: “Ante dudas respecto a las ganancias que los pescadores obtendrían por la recolección del pez diablo, la legisladora titular de la Comisión de Fomento y Desarrollo Industrial, Económico, Artesanal, Comercial y Turístico, inició pláticas con personal de la Sedafop a fin de concertar un encuentro con el secretario de la misma, donde los cooperativistas pudieran exponer sus planteamientos y necesidades para llevar a cabo el control de la plaga”.
Como en Michoacán –en cuya presa El Infiernillo se originó el descontrol ecológico de esta especie originaria de la cuenca de los ríos Orinoco y Amazonas, traída de Brasil, en el 2002, para limpiar el embalse de la presa Caracoles–, en Tabasco y Chiapas, princuipalmente en el río Pichucalco; así como en los ríos Pánuco y Lerma, el llamado pez diablo es un grave problema al no ser utilizado como un recurso pesquero.
El sitio cibernético www.pichucalco.net al destacar el problema en ese río chiapaneco explica: “este pez ha generado tres grandes efectos negativos: el primero se deriva al convertirse en un pez dominante entre las especies mexicanas, por no tener enemigos naturales en la cadena alimenticia (que en Sudamérica son los cocodrilos, en donde abundan, a diferencia de México), es decir, no tiene depredador “El segundo se origina porque al alimentarse, succiona el fondo sin seleccionar su alimento, y en muchas ocasiones traga los huevos que algunos peces depositan en el fondo de su hábitat, lo cual impide la reproducción de crías. “Finalmente, el tercer problema es resultado de la ausencia de medidas sanitarias respecto de los tiraderos de estos peces, que al resultar extraños para los pescadores no se aprovechan, sino que simplemente se tiran, descomponen y terminan contaminando un medio que antes de su aparición no contemplaba dicho daño, y donde los pescadores no tienen ni tiempo ni dinero para prevenirlo”. Si bien no es una especie carnívora, el pez armado o pez diablo es un depredador que arrasa con los huevos de las especies nativas e importadas, como la tilapia, frenando su reproducción al ingerir con el limo de los cuerpos de agua las hueveras. Fue precisamente por su capacidad de limpieza que fue traída a México, donde antes sólo se conocía en las peceras, como pez de ornato que se usaba como limpiador natural.
Los hombres dedicados a la pesca enfrentaron al pez diablo al encontrarlo adherido en sus redes, debido a su piel dura y las tres grandes espinas que tiene en su cuerpo y que son un peligro. Al principio era una novedad que se conocía en las riberas tabasqueñas y se informaba a las autoridades. Hoy se considera una plaga, un grave problema ecológico. Pero en su aprovechamiento verdaderamente integral como alimento de cualidades medicinales así como en la artesanía de sus subproductos está la solución que deben apoyar las autoridades tabasqueñas.

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