EL ENCONO DE AMLO
TP211220 Prensa RUMBO NUEVO
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin
Macario
CNDH contra discurso de odio
Instituciones
tan nobles como
la
CNDH deben mantener su
posición
frente a la sociedad, con
una
incuestionable fuerza moral,
autonomía
y liderazgo. Maestra
Elizabeth
Lara Rodriguez/
Propuesta
para
presidir la CNDH 101019
Representantes
del gremio periodístico de México, reunidos en su congreso y asamblea nacional,
se sorprendieron, con agrado, de las palabras: Por primera vez la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) salía nacionalmente en defensa de la
prensa y la libertad de expresión, condenaba el discurso de odio contra los
medios informativos y hacia un llamado a las autoridades de los tres niveles de
gobierno para que reconozcan y defiendan la labor que realizan las y los
periodistas en beneficio de la sociedad.
La
maestra en Derecho Privado Elizabeth Lara Rodriguez, directora de la V Visitaduría
de la CNDH, censuró, durante el Congreso Nacional de la Federación de Asociaciones
de Periodistas Mexicanos (Fapermex) y VI Asamblea del Colegio Nacional de
Licenciados en Periodismo (Conalipe), los ataques verbales de autoridades a
periodistas y condenó el discurso de odio contra los medios informativos.
La
CNDH subraya que el estado tiene una responsabilidad reforzada, incluso
obligación de previsión y protección cuando existe el riesgo de que se
produzcan crímenes que afecten la libertad de expresión, dijo la conferenciante
invitada a este evento del gremio periodístico celebrado el pasado viernes 18,
en formal virtual, en el que se hizo entrega del Premio México de Periodismo “Ricardo
Flores Magón” 2019-2020.
“El
discurso de odio rompe con el tejido en el cual se basa una sociedad
democrática al vulnerar y mancillar la dignidad de las personas dentro de su
actividad y no es permisible ni encuentra justificación alguna en el argumento
de irrestricto ejercicio de la libertad de expresión, ya que ese tipo de
discurso es, en estricto sentido, un abuso del derecho la libertad de expresión
desvirtuando uso, sentido y fin, con lo cual se constituye ya no en una
libertad sino en un libertinaje de tal derecho”, fustigó la funcionaria de
Derechos Humanos.
Para
todo quien conozca el texto de la conferencia ante periodistas, resulta obvio
que en lo general del discurso se aterriza en una realidad amenazante que viven
la prensa, los medios informativos, en México.
Lo
que se ha calificado como sesgo autoritario, ideológico y despectivo, la
enfermiza obstinación del propio presidente de la República, Andrés Manuel
López Obrador, en permanente atentado a la libertad de expresión, es un
verdadera amenaza desde el poder a la libre expresión en nuestro país.
Es
legítimo que el presidente no esté de acuerdo —tenga otros datos— con todas las
noticias, con todos los hechos difundidos, con las afirmaciones de la prensa o
medios electrónicos o cibernéticos, con lo que opinen articulistas o
columnistas; y legítimo también es que ejerza realmente su derecho de réplica
—parte importante de la libertad de expresión—, pero cae en los más bajos
terrenos, el de peleador callejero, al agredir directamente a periodistas en
particular y denostar a los medios.
Con
su permanente y sistemático ataque a los periodistas y medios de comunicación
desde la comodidad de su tribuna mañanera, más un espacio de monólogo que en
diálogo informativo con quienes, con honrosas excepciones, más parecen paleros
y bufones del poder que representantes de los medios, Amlo concita el odio
contra los informadores en agresiones y campaña de desprestigio no sólo contra
el periodismo mexicano sino contra medios internacionales como el Washington
Post, de Estados Unidos, y El País, de España.
Loa
periodistas son colocados en situación de riesgo por la irresponsable actitud
de quien desde el poder promueve el encono, la polarización social; exacerba el
enfrentamiento entre un México de pobres —como animalitos, mascotas, solovinos,
Amlo dixit— dependientes del populismo y mexicanos considerados enemigos de
estos, por no apoyar incondicionalmente la llamada cuarta transformación.
Explicó
Elizabeth Lara Rodríguez, que La
Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia ha definido el discurso de
odio como las formas de expresión orales, escritas, las audiovisuales entre
otras, que inciten al odio, la discriminación o la violencia contra grupos raciales,
étnicos, nacionales o religiosos o contra sus miembros por el hecho de
pertenecer a otros grupos.
Y
se manifestó contra todo acto que descalifique o agravie a cualquier persona o
grupos de personas, puesto que ello trae consigo el riesgo de polarizar la
opinión pública y generar conflictos sociales en un México ya de por si
lastimado por tanta violencia.
La solidaridad,
empatía y respeto recíproco permitirán construir un frente común que nos permita
superar estos tiempos difíciles, aconsejó y dejó en claro ante las agresiones a
periodistas que “el ejercicio pleno de la libertad de expresión sólo puede
efectuarse libremente cuando las personas que la realizan no son víctimas de
agresiones físicas, psíquicas, morales u otros actos de hostigamiento”.
Un discurso de
concordia, ante quienes concitan odio contra la prensa.
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