LA ALIANZA VA
Tp051020 Sucesión RUMBO NUEVO
JORGE ELÍAS DAGDUG IPARREATRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario
Arrancan (I de II)
La democracia no es algo
dado para siempre y demanda
cultivo permanente. Juan
Correa
López,
consejero electoral 041020
Con una lejanía escudada en la
pandemia, una cercana ayuda evitada en las inundaciones, la corrupción que
empuja los votos en contra y malos candidatos —amén una casi segura alianza del
PRI, PAN y PRD—, el partido de Andrés Manuel López Obrador no sólo puede perder
municipios estratégicos sino el Congreso este 2021 y la sucesión en el 2024.
Algo de cierto tiene eso de
que el pueblo votará por las personas y no por el partido, aunque como toda
regla tendrá sus excepciones en este proceso electoral que ayer domingo arrancó
y culminará con la votación el primer domingo de junio.
Nunca Tabasco ha estado tan
cerca de probar eso de que la persona puede ganar a su partido, que en la
sucesión del 2006 cuando el PRI evitó perder la gubernatura al postular al
químico Andrés Granier Melo, que amenazaba con irse como candidato del PRD.
No pasó así en el 2012, cuando
la tozudez de la cúpula nacional del PRI impuso un candidato a modo y el PRD
llevó a las urnas para gobernador a Arturo Núñez, que había sido eliminado en
el 2000, junto con Humberto Mayans, por Roberto Madrazo.
Que Núñez, enaguado en el
marthiarcado de Martha López Aguilera, haya resultado el más ladrón de todos
los que en su historia han gobernado Tabasco, es aparte. Y no fue un fenómeno
de votación, ni sólo por su persona, pues se le recordaba que pudo haber sido
candidato del PRD 12 años atrás pero se culipandió en aquella contienda interna
priista en la que fue burlado. Pero que no olvidó y se desquitó. Y muy bien.
Ahora, en los comicios
intermedios, no hay amenazas abiertas contra ningún partido al equivocarse,
pero bien podría darse casos de que el castigo no sea llevándose los votos a
otro candidato sino abanderando a otro partido, quitando el cargo que se les
niegue por compadrazgos u otra razón inconfesable.
Serán elecciones un poco
diferentes. Pero hay peligro de que Morena quiera hacer ganar a sus candidatos
con recursos del erario allá donde por terquedad haya impuesto a sus favoritos.
Más a sus favoritas-
Por eso, ayer al arrancar el
proceso 20-21, la consejera electoral, Rosselvy del Carmen Domínguez Arévalo
hizo un llamado a los aspirantes a cargos de elección popular a respetar las
reglas de la contienda, y abstenerse de utilizar recursos públicos.
Otro cambio, que evitará en
parte, el uso de grandes recursos económicos, se dará en la campañas. Asi lo
explicó otro consejero electoral, Juan Correa López, quien dijo este proceso tendrá
condiciones inéditas, marcada por la pandemia de COVID-19 que amenaza la salud
y ha cobrado vidas, que obliga a hacer las cosas tomando las medidas
preventivas.
Indicó que las campañas serán
esencialmente a través de las redes sociales y medios electrónicos.
“La democracia no debe ser
víctima de la pandemia, que nadie dude que habrá elecciones y se llevarán a
cabo con el protocolo necesario a fin de que los trabajadores electorales y
funcionarios de casillas realicen sus actividades y la ciudadanía vote con
confianza el día de las elecciones”, aseguró Correa López.
Conforme a las leyes
electorales “las precampañas
iniciarán en la cuarta semana
del mes de febrero del año de la elección. No podrán durar más de treinta días”.
En ellas los partidos elegirán sus candidatos, pero ya hay nombres. Unos
ligados al pueblo. Otros a la terquedad del poder.
Aunque mucho va a cambiar,
hagamos una especie de revisión:
Balancán, donde Saúl Plancarte
Torres no ha defendido con sus obras a Morena,
y donde quieren imponer a la diputada Julia del Carmen Pardo, que ni siquiera
visita ese municipio, pues vive en Tenosique, es casi seguro lo recupere el PRI
con Erubiel Alonso Que, como su candidato o candidato de la alianza.
Cárdenas, donde Morena olvida
que ya pasaron los tiempos de Tomás Brito, la persona con fuerza en el pueblo
es de PRI, también, Soraya Pérez Munguía, aunque es un activo político para
reelegirse en la diputación federal.
Otros nombres se mencionan en
Cárdenas, donde poco le importa al actual alcalde que tiene seguro ser
candidato a diputado federal: Luvia
Teresa Burelo Cortazar, para diputada federal y María Esther Zapata Zapata, para
diputada local.
En Centla, la presidente
municipal Guadalupe de la Cruz Izquierdo será un pesado lastre para el
candidato de Morena, que perderá ante el PRD.
En el Centro, el alcalde Evaristo
Hernández Cruz, está colocando piedras al partido que lo sacó del ostracismo
político, Morena, al querer imponer como candidato a su secretario del
Ayuntamiento. El que tiene más fuerza en el electorado es el químico Granier,
del PRI.
Comalcalco, tiene candidata
propuesta por El Toro Grapín, como la fuerte para una alianza, allí donde el
titular de Bienestar, May, intentará imponer, por Morena, a quien le ayude para
el 24.
En Cunduacán, Nidia Naranjo
Cobián, no es fuerza de contagio, diría Gatell. La
alianza es necesaria para vencer a Morena. Hay una persona que puede ir por
ella, por el PRI y hasta por el PRD de no darse la coalición, la ex diputada
Aracely Quevedo.
En Emiliano Zapata, sí no
cuentan los partidos. La coalición PRI-PRD-PAN tiene que negociar con el
cacique del pueblo. O habrá ayuntamiento de otro partido.
En Huimanguillo, donde sueña
la diputada Karla María Rabelo, por Morena, se da por seguro que el candidato
con más fuerza en el 21 es Jorge Elías Dagdug Iparrea, del PRI, que tendrá esa posición dentro de la coalición con el
PRD y el PAN.
Allí podría ser candidata de
Morena, la actual regidora Karla Chablé Herrera.
(concluirá)
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