jueves, 29 de marzo de 2018

El zumbido y la opinión pública


                                                                                             
RUIDO EN EL EQUIPO DE GERARDO GAUDIANO ROVIROSA
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TRANSPARENCIA
POLÍTICA              
Erwin Macario







Sistema de gobierno guiado y controlado
por la opinión de los gobernados, entonces
la pregunta que nos deberíamos replantear
es: cómo nace y cómo se forma una opinión
pública? Giovanni Sartori/ Homo vides la
 sociedad teledirigida.

—¿No será muy alto el costo político que tenga que pagar Gerardo Gaudiano por tener en su campaña a “La Abeja Africana”? —pregunta, a quemarropa,  el reportero al candidato a la gubernatura de Tabasco, en el desayuno que ayer miércoles tuvo el perredista con miembros de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP).
— ¿Quién dice que está? —responde Gerardo. “Está afuera, en otra parte del hotel. Te espera”, explica el reportero, mientras el columnista calla y piensa, con Gabriel García Márquez, que  "La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón". Y vale para todo zumbido. Y para todo quehacer público. Como aquello de Kapuscinski: Una mala persona nunca podrá ser buen periodista. Y el oaxaqueño Joel Cárdenas Arroniz, ex operador político del PRI, es una mala persona. Al menos es esto parte de la opinión pública.
Gerardo Gaudiano Rovirosa cierra el tema: “La Abeja tiene buen ojo”.
Con toda una carga de acusaciones negativas en la política tabasqueña, donde el PRI le creó el mito de ser un super operador electoral —aunque con todo el dinero para hacerlo— Joel Cárdenas Arroniz, espera a Gerardo Gaudiano Rovirosa, quizá para ofrecerle sus servicios, tal vez para informarle de avances. No será el último político al que sirva. Y no todos ganadores, Luis Felipe Graham Zapata, es un ejemplo reciente.
El nieto de Leandro Rovirosa niega sobre la mesa que La Abeja esté ayudándolo. Pero el zumbido, afuera de La Carreta, en el hotel Viva,  es una amenaza de que se usen los viejos métodos electorales que el propio Gaudiano Rovirosa censuró ante los periodistas. La opinión pública puede ser otra.
En el camino de Gerardo,  la Abeja zumbó en los comicios del 2015, cuando por el desaseo electoral se anuló la elección en el municipio de Centro y se obligó a una segunda vuelta, en 2016, en la que Gerardo volvió a ganar. Se acusó a César Hiram Ordaz Córdova, yerno de La Abeja, de obstruir el cómputo final en el Consejo Municipal del IEPCT. Al vocal ejecutivo electoral municipal se le acusó de estar vinculado al PRI. “Renunció”, pero a los pocos días pasaba de ser un empleadillo en el Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco, a ser el director de Vinculación de ese centro educativo. Y en este gobierno perredista.
El columnista José Chablé Ruiz, que en algo forma opinión pública en Tabasco,  publicó a principio de este año electoral: “En el corredor priista advierten que la red de Joel Cárdenas Arroniz –de la que es miembro Gustavo de la Torre (entonces presidente de ese partido)—,  que trabaja al PRI y al PRD, engaña a Gina haciéndole creer que hará proselitismo para ella, por las candidaturas a las alcaldías que entregó a la red: Balancán, Lucas Sarao Guzmán; Cunduacán, Isaías Yanez Burelo; Jonuta, Rosa Ruiz Aguilar y Tacotalpa, Reyna Isabel Clemente Custodio, cuando en realidad trae el acuerdo con el PRD de que deje ganar a los priistas en esos municipios, a cambio de apoyar la candidatura de Gerardo Gaudiano Rovirosa.”
Giovanni decía, en libro del que hoy se toma el epígrafe: Entonces ¿cómo se constituye una opinión pública autónoma que sea verdaderamente del público? Está claro que esta opinión debe estar expuesta a flujos de informaciones sobre el estado de la cosa pública. Si fuera «sorda», demasiado cerrada y excesivamente preconcebida en lo que concierne a la andadura de la res publica, entonces no serviría.
Y todavía tiene La Abeja el descaro de aparecerse públicamente buscando a Gerardo, un joven político que no merece ensuciar su carrera con este tipo de personajes. ¿Infiltrado? Desde que el PRI perdió el gobierno de Tabasco, ante Arturo Núñez y el PRD, se dice que Joel Cárdenas Arroniz abandonó el barco que se hundía.
En el desayuno de la ATP el diálogo es de amigos. Ni siquiera se nota una especie de entrevista, como en anteriores reuniones sí.
Gerardo Gaudiano se ve tranquilo. Dice aceptará los debates que se acuerden electoralmente aunque él prefiere caminar, buscar el voto del pueblo, como lo ha hecho en otras cuatro ocasiones.
Sobre su militancia y desempeño político es claro. No es alguien que salte de un partido a otro en busca de posiciones. Dice que le aprendió esto a su abuelo el gobernador de Tabasco, Leandro Rovirosa Wade, que al ver su decisión de estar en el PRD, al unirse a Andrés Manuel López Obrador, dejó de insistirle hiciera política en el PRI, pero le recomendó mantenerse firme en su militancia.
Lo ha cumplido y reconoce, en esta sucesión, que Gina Trujillo también es congruente en esto.
Sobre quienes quieren ligarlo directamente a Arturo Núñez Jiménez, con el fin de colocarle cargas de fallas, no beneficio de aciertos, el joven político expresa que no es producto sexenal en la política y que no es sombra de nadie.


jueves, 15 de marzo de 2018

LOS HEREDEROS

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario

El tigre suelto (IV)

Cuando los viejos luchadores hablaban
de dejar un mejor país a sus hijos, esos
hijos éramos nosotros. Luis Echeverría

Pese a que Mario Trujillo García llegó a la gubernatura de rebote, a la muerte del candidato Agapito Domínguez Canabal, su mandato no tuvo los problemas políticos que algunos de sus antecesores tuvieron, y que sufrieron sus después Salvador Neme Castillo y, en parte, Roberto Madrazo Pintado. Eran otros tiempos. Los de orden y disciplina que se imponían desde la Presidencia de la República.
Desde su primer informe de gobierno, en 1971, Trujillo  afirmó:  “En Tabasco no hay facciones,  La confianza del pueblo tabasqueño ha renacido”. Ya había pasado el sexenio interrumpido de Manuel Bartlett Bautista (en 1955) y los problemas que la misma facción  habían creado a Manuel R. Mora Martínez, que concluyó su mandato. Sin facciones el Congreso tabasqueño había designado comités administrativos, para la segunda parte del sexenio, en los municipios de Balancán, Centla y Emiliano Zapata.
Vendrían los sexenios de Leandro Rovirosa Wade, Enrique González Pedrero, Salvador Neme Castillo,  Roberto Madrazo Pintado, Manuel Andrade Díaz y Andrés Granier Melo. La clase política se acomodó sin mucho problema. Fueron seis gobiernos priístas. Sólo dos tuvieron conflictos políticos graves durante su encargo: Chavo Neme, quien, traicionado, se vio obligado a renunciar y Roberto Madrazo, al que se sostuvo a fuerza contra la decisión central. Por cierto muchos de los que le apoyaron están hoy en Morena o apoyándola como lo hace el sector empresarial. Los reacomodos.
Andrés Granier no tuvo conflictos en el lapso de su gobierno, aunque la inercia del cambio,  la alternancia y la transición —que puede frustrarse— impidió que la forma en que manejaron las finanzas públicas pasara inadvertida. Él paga en la cárcel por el abuso de algunos funcionarios suyos. Mejor suerte tuvieron otros priístas antes. El propio Leandro Rovirosa que, en un tácito señalamiento a uno de sus funcionarios dijo, cuando le preguntaoron qué le gustaría ser al dejar el cargo de gobernador: “director de egresos”. No pocas riquezas atesoraron en otros sexenios, pero tenían el mismo manto protector.
Sin facciones, Trujillo tuvo un sexto informe de lujo. El propio presidente Echeverría estuvo en el solemne acto. Un año antes MTG había asegurado que su gobierno “había generado las condiciones necesarias para que el hombre, a quien el voto popular haga gobernador constitucional del estado para el periodo 1977-1982, encuentre a nuestros conciudadanos realizándose en el trabajo dentro de un ambiente de concordia y de diálogo en la superación de los problemas de cada día”. Otros tiempos, la clase política en un partido hegemónico.
Otra generación. La generación que el propio gobernador Trujillo, con palabras de Echeverría, calificó como “generación heredera”.
LEA había dicho: “Somos la generación más comprometida en la historia de México. La generación de los herederos. Fuimos, antes que nosotros mismos, objeto de proclamas, discursos y de ideales. Cuando los viejos luchadores hablaban de dejar un mejor país a sus hijos, esos hijos éramos nosotros”.
Ahora los hijos de esos hijos, los nietos de esos hijos, son los que buscan la herencia política, ya sin el equilibrio de la balanza presidencial, perdido desde el 2000, en que se entregó —por doce años— el poder a un partido, de derecha. Por eso aquello del tigre suelto, en nueva versión que sustituye, incluso a los demonios sueltos del auge priísta.
En Tabasco, desde 1973, en su tercer informe, Trujillo había advertido: “quienes se crean beneficiarios eternos de las desviaciones en que se ha incurrido en el curso de nuestro proceso revolucionario, y quienes confundan los sueños con las soluciones, encontrarán en el pueblo de Tabasco una agresiva, permanente y organizada oposición”.
Trujillo, finalmente, se había equivocado de candidato presidencial. Estaba con el secretario de la Presidencia, Hugo Cervantes del Río, que con Mario Moya Palencia, de Gobernación; Porfirio Muñoz Ledo, de Trabajo y Previsión Social; Augusto Gómez Villanueva, de la Reforma Agraria;  Luis Enrique Bracamontes Gálvez, de Obras Públicas;   Carlos Gálvez Betancourt,  del IMSS y José López Portillo, de Hacienda y Crédito Público, habían sido los siete destapados por nuestro paisano, el secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, en La Nopalera, Yautepec, Morelos.
Ya es historia que fue JLP el candidato y presidente. Quizá tampoco pensó Trujillo que LRW sería su sucesor. Eran otros tiempos. Alguien de los paisanos que fueron con Mario Trujillo a la casa de JLP, el día de su destape, recordará qué periodista de Tabasco, llevado por Juan Cacep Peralta, salió del domicilio a recibir al contingente tabasqueño. Un día les cuento.
Queda mucho en el tintero. Los nombres de los sobrevivientes de la clase política que tuvo su mayor crecimiento con Trujillo podrán analizarse una vez que quede el reacomodo en los cargos que obtengan en diferentes partidos a los que emigran de un lado a otro, de ida y vuelta. Y capirucha.
 Llevan ventaja, ante los votantes, quienes se han mantenido firmes en un partido. Ayer jueves lo pensaba este columnista en el desayuno de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP) que tuvo como invitada a Candita Gil Jiménez, candidata del PRI al Senado de la República, una prueba de lealtad a un partido. Como la de Gina en el mismo PRI. Y Gerardo Gaudiano Rovirosa, en el PRD. Tres en la nueva herencia del poder. 

miércoles, 14 de marzo de 2018

DE IDA Y VUELTA



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TRANSPARENCIA POLÍTICA








El tigre suelto (III)
México es la dictadura perfecta. La
dictadura perfecta no es el comunismo,
no es Fidel Castro. La dictadura perfecta
es México. Mario Vargas Llosa/ debate
“El siglo XX: la experiencia de la
libertad”



Al arranque de las reformas electorales con las que el sistema defendía la permanencia de la clase política priísta y sustituía, poco a poco la hegemonía del PRI, para preservar la dictadura perfecta, —diría, en 1990,  el hoy converso Mario Vargas Llosa— otorgaba “nuevos estímulos a la oposición para incentivar su permanencia dentro del juego electoral. Todo ello, sin poner en juego el carácter hegemónico del sistema de partidos”, según  José Antonio Crespo.
Ya vimos cómo, en ese juego “democrático” se pasó de la “docena trágica” de Luis Echeverría y José López Portillo a la docena de comedia, alternancia fallida, de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Todo menos la izquierda.
En esto, Tabasco no fue la isla. Las luchas internas del Partido Revolucionario Institucional encuentran durante el gobierno de Enrique González Pedrero (y Miguel de la Madrid) una salida distinta a la sumisión. El enfrentamiento de los presidentes municipales —atizados desde el mismo gobierno— con el PRI, dirigido por Andrés Manuel López Obrador, dio tierra fértil al nacimiento de una oposición organizada. La dura reprimenda de EGP en el sentido de que Tabasco no era Cuba, obligó a la renuncia de la dirigencia priísta en su mayoría. López Obrador no aceptó el premio de consolación de la Oficialía Mayor. Intentó, al destape de Salvador Neme Castillo, mantenerse en el PRI para lo cual buscó ser candidato a la presidencia municipal de Macuspana, pero no lo logra y se va a la candidatura al gobierno con el naciente frente democrático, antecedente del PRD.
Y de ahí a lo que ya la historia consigna y que no es tema central de esta entrega y sólo sirvió para recordarnos aquello de Porfirio Díaz cuando, al dejar el poder, se queja “ya soltaron al tigre, a ver si Madero puede con él”.
En realidad al tigre le están rascando los huevos. La reciente denuncia de Oscar Cantón Zetina contra el IEPCT, la reciente repetición de la elección municipal del Centro y la forma cínica con la que los consejeros electorales se pagan con excesos sus servicios, son pruebas de provocaciones al tigre y un obstáculo al reacomodo natural que se venía dando en la clase política tabasqueña, a través de los partidos políticos.
Esto, en una sucesión, la del 2018, que se está convirtiendo en “un puchero, un champurrado”, de acuerdo a los calificativos que la candidata del PRI a la gubernatura, Gina Trujillo dio, anteayer lunes 12, a lo que acontece con las fugas territoriales partidistas, mientras censuraba a los partidos que actúan como “ropavejeros”.
Esto en el acto de regreso de Socorro May López al PRI; aunque ésta afirmó a la prensa que nunca se afilió al PRD, partido del que tuvo como el más reciente  cargo —Arturo Núñez es su compadre— el de subsecretaria de Gestoría y Atención Social y coordinadora del Programa Corazón Amigo, que  con Casa Amiga han sido los más importantes programas sociales del actual gobierno perredista.
La representación proporcional que sustituyó a los paleros popularsocialistas en los congresos, y después a otros partidos,  en las regidurías con sueldos, también se agota. Por eso el reacomodo de los políticos en cualquier partido, la sobrevivencia de una clase política que nació y creció a la sombra del gran mango de 16 de Septiembre y se dispersa en  otros partidos. En un juego de ida y vuelta, como se vio ahora con Socorro May, pero antes lo hizo su maestro Humberto Mayans Canabal, a quien alguien le pidió ponerse en la cola, y también doña Delia María Montejo de Dios, premiada ahora con la candidatura a la alcaldía de Cárdenas, en la que hará campaña desde las redes, dada su edad.
Baste averiguar dónde andan los que han sido presidentes del CDE del PRI, y los gobernadores, para entender lo que viene. Tiempo ha que Juan José Rodríguez Prats emigró y ahora será candidato a diputado federal por su estado, Chiapas. ¿Y Lico Buendía,  Rodolfo Jiménez Damasco, Freddy Chablé Torrano, el propio Roberto Madrazo, Víctor Manuel López Cruz, Félix Eladio Sarracino, Zoyla León, Humberto Mayans? ¿Quién arropa a Agapito Dominguez en Morena? No le falta chamba a Pedro Jiménez León, Nicolás Haddad y Edgard Azcuaga.
Quizá todavía sigan como priístas, además de Gina Trujillo, que quiere ser gobernadora, y Manuel Andrade, que ya fue; Antonio Aysa, Floricel Medina —que estrena delegación federal—, Fernando Rosas, que trabaja herencia,  Chucho Madrazo,  Martha Victoria Andrade, Tomás Yánez Burelo     —aquel muchachito citado por don Hernán Rabelo—, Adrián Hernández Balboa y Selene Mollinedo, de ya saben qué familia. Aunque ésta es de Teapa, de donde es Nico, el ex chofer de AMLO.
Jorge Alberto Javier Quero, periodista, político, empresario periodístico –que mucho sabe de la prensa y el poder—, dijo en una entrevista en los tiempos de hegemonía priísta: “La clase política tabasqueña, rica y variada, está inclusive en la oposición, pues emana del PRI, de la misma sociedad tabasqueña, dado que Tabasco, desde su origen partidista y por convicción es un estado priísta”. Y mencionó que Mario Trujillo fue el parteaguas en el desarrollo de la clase política. (Concluirá)
DEL REINO
Mediante un convenio de colaboración entre los institutos Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP), y Electoral y de Participación Ciudadana del Estado (IEPCT), se buscará reforzar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones en los comicios del 2018. En la firma, como testigo,  Arturo Núñez Jiménez instó a todas las autoridades y actores involucrados en las elecciones del 1 de julio, a seguir contribuyendo en la construcción de un ambiente que abone a un proceso electoral ejemplar.
                                                                                                                                 




martes, 13 de marzo de 2018

Dispersos y conversos



           

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TRANSPARENCIA POLÍTICA
Erwin Macario




El tigre suelto (II)

La política no se hace únicamente 
dentro del PRI. Andrés Manuel
 López Obrador / Entrevista de José 
Frías Cerino

Si bien el gobierno de Mario Trujillo  genera la mayor parte de los activos que forman la actual clase política de Tabasco, y en el gobierno de Leandro Rovirosa se forma quien ha resultado ser el más consistente, y resistente,  de los políticos tabasqueños, Andrés Manuel López Obrador, lo que confirma el génesis priísta de la política local, también hay que reconocerse que la historia política y social de esta entidad no puede desligarse del PRI.
Desde los tiempos del gobernador Víctor Fernández Manero (1936-1938) en que se funda la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos —otrora poderoso factor electoral— encabezada por Francisco Trujillo Gurría, que después sería gobernador (1939-1942), y un grupo de líderes agrarios entre los que destacan Hernán Rabelo Wade, Crecencio Mendoza (primer dirigente) y sus hermanos, entre otros, esa central busca preparar a quienes van actuar en la política tabasqueña.
De las filas cenecistas salen gobernadores cuando eran los sectores a los que se daba el “destape”. Al campo ligan sus intereses y sus luchas políticas. Una declaración que el periodista José Frías Cerino arrancó al entonces sempiterno y poderoso líder Hernán Rabelo Wade, revela cómo desde los tiempos de Enrique González Pedrero (1983-1987) se preparaban quienes habían de actuar en la política: “hay elementos muy buenos que, sin ser campesinos, sí les gusta trabajar en el campo, ayudar al desheredado. Ahí tenemos a Baldemar Hernández Márquez, Gustavo Rosario Torres, —muchachito hijo de ejidatarios de Frontera que ha pegado muy bien en la política—, Abenamar de la Fuente Lazo —muy trabajador y con mucho conocimiento del campo—, Tomás Yánez Burelo, también un muchacho hijo de ejidatarios…”, afirma don Hernán que deja fuera a otro actual sobreviviente, también, para esta sucesión y la anterior,   ya en el PRD, Víctor Manuel López Cruz. Quizá porque don Leandro lo quiso poner como candidato a diputado federal en vez de don Hernán. Lo impidió Oscar Ramírez  Mijares, entonces delegado del PRI. Los citados por el jefe del Clan Rabelo andan todavía por allí. Unos en activos. Otros metiendo a su familia en los cargos de elección. 
Muchos de los que hoy están fuera del PRI, que se han ido en la diáspora y el éxodo a otros partidos, pasaron o fueron postulados a cargos políticos por el sector campesino, antes que los petroleros, por su dinero, mandaran en el tricolor.
Estos y otros de EGP, así como jóvenes que empezaron, antes,  en el gobierno de Mario Trujillo —el que mayor número de activos políticos preparó— y en de Leandro Rovirosa, como ya dijimos entre ellos estaba López Obrador que creció y se salió del PRI en el gobierno de EGP, son muchos de los que ahora, en la sucesión de 2018, forman todavía parte de la clase política; aunque no todos permanecen en el partido en el que crecieron. Por algo ya se ha dicho en esta entrega seriada que los partidos son la nueva forma de resolver los conflictos de ambición y poder, como antes lo fue el PRI para los caudillos.  Ayer lunes se vio: como dicen que regresan a casa las buenas hijas, Socorro May volvió al PRI, botando la subsecretaría con que la había ayudado en el PRD don Arturo Núñez.
Génesis política la del PRI. Con  la carga de aciertos y defectos. Herederos de traiciones como las que sufrieron Manuel Bartlett Bautista (1953-1955) y Salvador Neme Castillo (1989-1992). El primero cayó para preparar la llegada de Carlos Madrazo Becerra (1959-1964)  para lo cual se nombró gobernador interino al general Miguel Orrico de los Llanos  (23 de marzo de1955 al 31 diciembre de 1958). Chavo Neme sufrió la traición que instrumentó Roberto Madrazo, quien mandó como gobernador a Manuel Gurría Ordoñez (29 de enero de 1992 al 31 diciembre de 1994), que había estado con Orrico de los Llanos. Del 95 al 2000 gobernaría Roberto Madrazo.
Traidores y traicionados siguen en la política. No todos en el PRI. Los que actuaron contra Bartlett, por servir a Madrazo el viejo,  ya no viven. Entre ellos Carlos Mario Piñera y Rueda y el periodista Manuel Hidalgo del Valle, que resultó peleando con Carlos Madrazo y fue reprimido. Los de Neme, los que le traicionaron y sus hijos, andan dispersos. Y algunos conversos. La mayoría fuera del PRI. Y no por remordimiento político.
Un partido que ha cachado la mayor parte de los políticos que dejan el PRI en esta sucesión es Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. Del PRD le llegan, también, algunos que vivieron del PRI. AMLO, cuando fue candidato a gobernador, por el Frente Democrático Nacional, contra Salvador Neme Castillo, le dijo a José Frías Cerino —cuyas entrevistas me traen la nostalgia del amigo generoso en sus palabras hacia este reportero—: Yo calculé, medí y estoy actuando políticamente. La política no se hace únicamente dentro del PRI.
No era, entonces, el hombre que pudiera amarrar al tigre.  Proponía “un nuevo pacto para la convivencia social y política de Tabasco”. Perdió la elección. A Neme lo traicionaron  tres años después y la clase política se dividió para hoy reagruparse en todos los partidos. Y desde ellos mantener el poder, dividirse el pastel.
EXCALIBUR
Oscar Cantón puso el dedo en la llaga: no hay condiciones en el IEPCT que garantice la elección de este año. Por su parte Adán Augusto López Hernández dijo a periodistas de la Mesa González Maza que en Tabasco no se debe andar pensando que “tú eres de este o de tal partido”. Lo dicho: el reacomodo.

lunes, 12 de marzo de 2018

El tigre suelto (I)


TRANSPARENCIA POLITICA · LUNES, 12 DE MARZO DE 2018

p120318 Sucesión RUMBO NUEVO

Erwin Macario

El tigre suelto (I)




Integrar a la izquierda revolucionaria
al juego electoral, así presumiblemente
haría menos atractiva la vía armada y
tendería a moderar ideológica y
estratégicamente a la llamada
“izquierda histórica”. José Antonio
Crespo/ Los estudios electorales en México


A 90 años del asesinato del presidente Álvaro Obregón, que provocó la creación de un partido político para encauzar y contener las ambiciones de los caudillos que probaron la sangre y el poder al inicio de la Revolución;  a casi 50 años de la fuerte fisura en el sistema político mexicano —2 de octubre de 1968— que obligó a buscar una salida, 10 años después, 1977, con la reforma que entregó esta tarea a los partidos políticos, —tras la huelga ferrocarrilera y otros sucesos— todo parece indicar el agotamiento, el fracaso y hasta el colapso de la partidocracia mexicana.
Hasta hace 30 años, 1988, —cuando “se cayó el sistema”, la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LFOPPE) y la reforma constitucional de 1986, habían contenido a la creciente oposición de izquierda alimentada por la ruptura interna del PRI con la corriente democrática de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.
Hoy todo indica que las posteriores reformas electorales (1990, 1993, 1994, 1996, 2002 y 2005) resultan ya insuficientes, a nivel república, para organizar el reacomodo de la clase política este 2018. En el país, insisto.
El tigre suelto es la más certera definición de lo que puede venir en México. Sin embargo, en Tabasco todo indica que la sucesión de Arturo Núñez Jiménez, sino tersa, sí será tranquila.
Hay quienes dicen que los tres candidatos de los tres partidos políticos más fuertes —Morena, PRD y PRI, con sus rémoras partidistas— son candidatos del actual gobernador. No es así totalmente, pero con ninguno —ni siquiera con Adán Augusto López Hernández, de Morena—, el mandatario perredista tiene enfrentamientos que no puedan resolverse. Y sí ha dicho que el PRI no está muerto y ha hablado de garantizar el piso parejo para todos.
De origen priísta, como la mayoría de los actores políticos que están en uno u otro partido, Arturo Núñez no estuvo dispuesto a vetar a nadie. Ni a Gerardo Guadiana Revisora, el candidato de su partido actual, el PRD, si se hubiera  entercado en sostener a José Antonio de la Vega;  ni a la candidata del PRI, Gina Trujillo, por acuerdos con el candidato presidencial. Con el de Morena mantuvo la sana distancia que el propio Andrés Manuel López Obrador provocó al agredir al gobernante tabasqueño.
Así, la jornada electoral del domingo 1 de julio puede ser tranquila. En todos los partidos ha habido el reacomodo de una clase política dividida desde hace cinco sexenios. Aunque problemas los hubo antes. Al propio Leandro Revisora (1977-1982), se le acusó que en su quinto informe de gobierno ejerció el veto y benefició a Enrique González Pedrero como su sucesor. “De una vez por todas, quiero que quede perfectamente claro que, como gobernador del estado, no pretendo usar el poder para inclinar el fiel de la balanza a favor de ninguna corriente política ni a favor de  ningún precandidato”, dijo LRW en 1981.
Y agregó el tabasqueño que se considera el mayor impulsor de Andrés Manuel López Obrador, porque en su sexenio inició su carrera política el hoy tres veces candidato presidencial: Para mí todos los tabasqueños que aspiren a tan altas responsabilidades son igualmente capaces, igualmente respetables. Pero, asimismo, deseo dejar constancia de que no he renunciado a mi militancia como miembro del Partido Revolucionario Institucional y que como tal tengo derecho y lo ejerceré en el momento oportuno, para proponer mis puntos de vista…”.
Como posibles sucesores de don Leandro se mencionaban Manuel Ancona Tellaeche, David Gustavo Gutiérrez Ruiz y Enrique González Pedrero.
Jesús Sibilla Zurita, en una entrevista que le hizo en Telerreportaje, le preguntó el 18 de marzo de 1982, sobre su relación con Rovirosa, que se decía no era muy cordial. —Yo creo que ha habido personas interesadas en distorsionar la realidad de estas relaciones, que se han mantenido en excelente nivel…creo que también se produce, como él mismo lo ha expresado,  mucho chismorreo —dijo David Gustavo que se preguntó  y contestó: “¿Por qué este chismorreo? Porque deriva de una circunstancia popular conocida como llevar agua a su molino…en la medida en que se produzca un enfrentamiento entre el ingeniero Rovirosa y David Gustavo, se revaloran posibilidades de otras personas, o esto da cabida a otros tipos de aspiraciones”.
Formado desde el gobierno de Manuel R. Mora Martínez —sólo Manuel Gurría Ordoñez, entre los activos políticos le lleva más años, pues empezó en el gobierno de Manuel Oorico de los Llanos, como subsecretario—, David Gustavo intentó ser gobernador de nuevo en la sucesión de González Pedrero, en 1988. Había más aspirantes: Salvador Neme Castillo, Roberto Madrazo Pintado,  Nicolás Reynés Berezaluce, Humberto Hernández Haddad, José Gamas Torruco, José Domingo Ramírez Garrido Abreu. Chavo fue el candidato y gobernador. David Gustavo, que de 1971 a 1975 había gobernado el territorio de Quintana Roo, renunció a buscar ser gobernador de Tabasco.
Como él, otros valiosos tabasqueños se han  quedado en el camino. Esta sucesión, 2018, lo único distinto es que la clase política, y en ella las izquierdas, han sido agrupadas en partidos, como lo hizo con los caudillos, en 1929, don Plutarco Elías Calles.

COLUMNISTA

Transparencia Política

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El tigre suelto (II)

La política no se hace únicamente
dentro del PRI. Andrés Manuel
López Obrador / Entrevista de José
Frías Cerino

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Si bien el gobierno de Mario Trujillo genera la mayor parte de los activos que forman la actual clase política de Tabasco, y en el gobierno de Leandro Rovirosa se forma quien ha resultado ser el más consistente, y resistente, de los políticos tabasqueños, Andrés Manuel López Obrador, lo que confirma el génesis priísta de la política local, también hay que reconocerse que la historia política y social de esta entidad no puede desligarse del PRI.

Desde los tiempos del gobernador Víctor Fernández Manero (1936-1938) en que se funda la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos —otrora poderoso factor electoral— encabezada por Francisco Trujillo Gurría, que después sería gobernador (1939-1942), y un grupo de líderes agrarios entre los que destacan Hernán Rabelo Wade, Crecencio Mendoza (primer dirigente) y sus hermanos, entre otros, esa central busca preparar a quienes van actuar en la política tabasqueña.

De las filas cenecistas salen gobernadores cuando eran los sectores a los que se daba el “destape”. Al campo ligan sus intereses y sus luchas políticas. Una declaración que el periodista José Frías Cerino arrancó al entonces sempiterno y poderoso líder Hernán Rabelo Wade, revela cómo desde los tiempos de Enrique González Pedrero (1983-1987) se preparaban quienes habían de actuar en la política: “hay elementos muy buenos que, sin ser campesinos, sí les gusta trabajar en el campo, ayudar al desheredado. Ahí tenemos a Baldemar Hernández Márquez, Gustavo Rosario Torres, —muchachito hijo de ejidatarios de Frontera que ha pegado muy bien en la política—, Abenamar de la Fuente Lazo —muy trabajador y con mucho conocimiento del campo—, Tomás Yánez Burelo, también un muchacho hijo de ejidatarios…”, afirma don Hernán que deja fuera a otro actual sobreviviente, también, para esta sucesión y la anterior, ya en el PRD, Víctor Manuel López Cruz. Quizá porque don Leandro lo quiso poner como candidato a diputado federal en vez de don Hernán. Lo impidió Oscar Ramírez Mijares, entonces delegado del PRI. Los citados por el jefe del Clan Rabelo andan todavía por allí. Unos en activos. Otros metiendo a su familia en los cargos de elección.

Muchos de los que hoy están fuera del PRI, que se han ido en la diáspora y el éxodo a otros partidos, pasaron o fueron postulados a cargos políticos por el sector campesino, antes que los petroleros, por su dinero, mandaran en el tricolor.

Estos y otros de EGP, así como jóvenes que empezaron, antes, en el gobierno de Mario Trujillo —el que mayor número de activos políticos preparó— y en de Leandro Rovirosa, como ya dijimos entre ellos estaba López Obrador que creció y se salió del PRI en el gobierno de EGP, son muchos de los que ahora, en la sucesión de 2018, forman todavía parte de la clase política; aunque no todos permanecen en el partido en el que crecieron. Por algo ya se ha dicho en esta entrega seriada que los partidos son la nueva forma de resolver los conflictos de ambición y poder, como antes lo fue el PRI para los caudillos. Ayer lunes se vio: como dicen que regresan a casa las buenas hijas, Socorro May volvió al PRI, botando la subsecretaría con que la había ayudado en el PRD DON Arturo Núñez.

Génesis política la del PRI. Con la carga de aciertos y defectos. Herederos de traiciones como las que sufrieron Manuel Bartlett Bautista (1953-1955) y Salvador Neme Castillo (1989-1992). El primero cayó para prepararla llegada de Carlos Madrazo Becerra (1959-1964) para lo cual se nombró gobernador interino al general Miguel Orrico de los Llanos (23 de marzo de1955 al 31 diciembre de 1958). Chavo Neme sufrió la traición que instrumentó Roberto Madrazo, quien mandó como gobernador a Manuel Gurría Ordoñez (29 de enero de 1992 al 31 diciembre de 1994), que había estado con Orrico de los Llanos. Del 95 al 2000 gobernaría Roberto Madrazo.

Traidores y traicionados siguen en la política. No todos en el PRI. Los que actuaron contra Bartlett, por servir a Madrazo el viejo, ya no viven. Entre ellos Carlos Mario Piñera y Rueda y el periodista Manuel Hidalgo del Valle, que resultó peleando con Carlos Madrazo y fue reprimido. Los de Neme, los que le traicionaron y sus hijos, andan dispersos. Y algunos conversos. La mayoría fuera del PRI. Y no por remordimiento político.

Un partido que ha cachado la mayor parte de los políticos que dejan el PRI en esta sucesión es Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. Del PRD le llegan, también, algunos que vivieron del PRI. AMLO, cuando fue candidato a gobernador, por el Frente Democrático Nacional, contra Salvador Neme Castillo, le dijo a José Frías Cerino —cuyas entrevistas me traen la nostalgia del amigo generoso en sus palabras hacia este reportero—: Yo calculé, medí y estoy actuando políticamente. La política no se hace únicamente dentro del PRI.

No era, entonces, el hombre que pudiera amarrar al tigre. Proponía “un nuevo pacto para la convivencia social y política de Tabasco”. Perdió la elección. A Neme lo traicionaron tres años después y la clase política se dividió para hoy reagruparse en todos los partidos. Y desde ellos mantener el poder, dividirse el pastel.

Excalibur
Oscar Cantón puso ayer lunes el dedo en la llaga: no hay condiciones en el IEPCT que garantice la elección de este año. Por su parte Adán Augusto López Hernández dijo a periodistas de la Mesa González Maza que en Tabasco no se debe andar pensando que “tú eres de éste o de tal partido”. Lo dicho: el reacomodo.

viernes, 9 de marzo de 2018

Mollinedocracia

Tp090318 Sucesión RUMBO NUEVO
TRANSPARENCIA POLÍTICA
Erwin Macario





 Monarquía aldeana
El mérito real no estaba, pues,
en la negociación,  sino en haber
sido capaz de elaborar semejante
propuesta. Ana Martos Rubio/ Los
7 Borgia. Una historia de ambición,
refinamiento y perversidad.





El reacomodo de la clase política tabasqueña, este 2018, no sólo muestra la
fragilidad de los partidos políticos sino el grado de descomposición que, 
desde hace unos 30 años, ha venido afectando la lucha electoral en Tabasco. 
Las “juanitas”, como método de perversión de la política, ha llegado al 
extremo de postular como candidata “a mamita”.
Ya no es solamente la esposa,  la amante en turno, o la “buena” militante a 
la que se apoya en un partido sino ahora el PRD paga la cuota del poder y la 
corrupción con una candidatura a la mamá de un político. Y se menciona 
el partido en el gobierno porque es el más cercano ejemplo de esto que ya 
ha tomado carta de aceptación en la política: sustituir al político con una 
mujer de su familia o de su estimación, por aquello del respeto electoral 
al género. Ojalá no me pida alguien dar nombres.
Lo del municipio de Jalapa me recuerda una serie de Netflix, Marsella, y, 
también,  lo que ha pasado en la Delegación Gustavo A. Madero (GAM), 
de la Ciudad de México. Toda proporción guardada, porque la ficción francesa 
está más cercana a la democracia que la farsa del PRD con Víctor Hugo Lobo 
y su pareja Nora del Carmen Bárbara Arias Contreras,  en la GAM, de lo que, 
en Tabasco,  resulta una burla y una vulgar caricatura lo que ha sucedido en 
la tierra de don Francisco J. Santamaría.
Marsella, considerada la versión francesa de “House of Cards” —que muchos 
políticos y no pocos periodistas disfrutan—, es la historia de Robert Taro, 
alcalde de Marsella durante 20 años y lo que sucede al enfrentar a su 
protegido Lucas Barres. Una lucha entre el poder, la corrupción y la redención,
dicen sus críticos.
Taro y Barres viven y luchan en un entorno de droga, políticos y las fuerzas 
de poder de la ciudad portuaria francesa de Marsella, la segunda en importancia
en ese país europeo.
En la arena política del DF (ahora Ciudad de México), lo de Víctor Hugo Lobo, 
calificado en 2015 como un político de rapiña, no es sino un caso corrupción
política del PRD. Llegó a la delegación Gustavo A. Madero  en 1999 como director 
territorial  de la Zona 6, en lo que fue el segundo mandato perredista en esa
 delegación defeña, desde 1998 en poder del sol azteca.
Con el delegado Francisco Chíguil Figueroa (2006-2008), que renunció a causa 
de la tragedia que dejó 12 muertos en la discoteca New's Divine, la tarde del 20 
de junio de 2008, afianzó su poder en el submundo de la política. 
Algo sabe de alguien, porque hasta llegó a pensar, el año pasado, en buscar este 
2018 la Jefatura de Ciudad de México. Aunque el delegado de la GAM, con 
licencia, se conformará con una diputación y que de nuevo su pareja sea la 
delegada de la GAM.
Así lo han hecho desde 2009. Realismo puro, no ficción. Nepotismo perredista 
perfecto, de lo que Jalapa, Tabasco, –como ha pasado en Jonuta y otros municipios— 
será una burda caricatura mollinedesca: la pareja, también perfecta en esto de 
gobernar, se apoderó desde 2009, en que llegó Lobo a ser delegado, de la GAM. 
En el 2012 doña Nory se quedó en la Delegación mientras él era diputado de la 
Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). Regresa en 2015 a ser delegado 
y su mujer es diputada. Perredismo puro.
Dentro de una democracia como la francesa, esto sería prueba para legitimar eso 
del gobierno del pueblo y para el pueblo; con los antecedentes, en la tierra del 
gran Víctor Hugo —ese sí— de un  origen monárquico. Y toda monarquía debe 
apoyarse en el pueblo, me comenta un amigo con el que platico, y tejo, esta 
entrega periodística. 

Pero lo de CDMX y mucho más lo de ahora en Jalapa, no sólo es vulgar sino una 
burla al ciudadano. “Como el hijo no puede, que vaya su mamá”. Que lindura.
De Lobo y Caperucita se sabe que le han apoyado Nueva Izquierda, Foro Nuevo 
Sol, Vanguardia Progresista y el movimiento del sol azteca en Morelos, así como
la bendición de Raúl Flores, presidente del PRD capitalino.  ¿Quién apadrina a la 
familia Mollinedo, como para que ahora saquen a la mamá de la cocina y la 
intenten llevar a la Presidencia Municipal de Jalapa?
EXCALIBUR
Ayer, jueves 8, se reunió el candidato de Morena, Adán Augusto López Hernández, 
con miembros de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP). Al escucharle 
confirmé que la clase política se reacomoda este 2018, en la sucesión de Arturo 
Núñez Jiménez. Sobre esto escribiré a partir del lunes entrante. Columnas 
coleccionables, diría mi amigo columnista, y buen lector, Rodulfo Reyes.