lunes, 21 de diciembre de 2020

 EL ENCONO DE AMLO

TP211220 Prensa RUMBO NUEVO





TRANSPARENCIA

POLÍTICA

Erwin Macario

 

CNDH contra discurso de odio

 

Instituciones tan nobles como

la CNDH deben mantener su

posición frente a la sociedad, con

una incuestionable fuerza moral,

autonomía y liderazgo. Maestra

Elizabeth Lara Rodriguez/ Propuesta

para presidir la CNDH 101019

 

Representantes del gremio periodístico de México, reunidos en su congreso y asamblea nacional, se sorprendieron, con agrado, de las palabras: Por primera vez la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) salía nacionalmente en defensa de la prensa y la libertad de expresión, condenaba el discurso de odio contra los medios informativos y hacia un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que reconozcan y defiendan la labor que realizan las y los periodistas en beneficio de la sociedad.

La maestra en Derecho Privado Elizabeth Lara Rodriguez, directora de la V Visitaduría de la CNDH, censuró, durante el Congreso Nacional de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex) y VI Asamblea del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (Conalipe), los ataques verbales de autoridades a periodistas y condenó el discurso de odio contra los medios informativos.

La CNDH subraya que el estado tiene una responsabilidad reforzada, incluso obligación de previsión y protección cuando existe el riesgo de que se produzcan crímenes que afecten la libertad de expresión, dijo la conferenciante invitada a este evento del gremio periodístico celebrado el pasado viernes 18, en formal virtual, en el que se hizo entrega del Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” 2019-2020.

“El discurso de odio rompe con el tejido en el cual se basa una sociedad democrática al vulnerar y mancillar la dignidad de las personas dentro de su actividad y no es permisible ni encuentra justificación alguna en el argumento de irrestricto ejercicio de la libertad de expresión, ya que ese tipo de discurso es, en estricto sentido, un abuso del derecho la libertad de expresión desvirtuando uso, sentido y fin, con lo cual se constituye ya no en una libertad sino en un libertinaje de tal derecho”, fustigó la funcionaria de Derechos Humanos.

Para todo quien conozca el texto de la conferencia ante periodistas, resulta obvio que en lo general del discurso se aterriza en una realidad amenazante que viven la prensa, los medios informativos, en México.

Lo que se ha calificado como sesgo autoritario, ideológico y despectivo, la enfermiza obstinación del propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en permanente atentado a la libertad de expresión, es un verdadera amenaza desde el poder a la libre expresión en nuestro país.

Es legítimo que el presidente no esté de acuerdo —tenga otros datos— con todas las noticias, con todos los hechos difundidos, con las afirmaciones de la prensa o medios electrónicos o cibernéticos, con lo que opinen articulistas o columnistas; y legítimo también es que ejerza realmente su derecho de réplica —parte importante de la libertad de expresión—, pero cae en los más bajos terrenos, el de peleador callejero, al agredir directamente a periodistas en particular y denostar a los medios.

Con su permanente y sistemático ataque a los periodistas y medios de comunicación desde la comodidad de su tribuna mañanera, más un espacio de monólogo que en diálogo informativo con quienes, con honrosas excepciones, más parecen paleros y bufones del poder que representantes de los medios, Amlo concita el odio contra los informadores en agresiones y campaña de desprestigio no sólo contra el periodismo mexicano sino contra medios internacionales como el Washington Post, de Estados Unidos, y El País, de España.

Loa periodistas son colocados en situación de riesgo por la irresponsable actitud de quien desde el poder promueve el encono, la polarización social; exacerba el enfrentamiento entre un México de pobres —como animalitos, mascotas, solovinos, Amlo dixit— dependientes del populismo y mexicanos considerados enemigos de estos, por no apoyar incondicionalmente la llamada cuarta transformación.

Explicó Elizabeth Lara Rodríguez, que La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia ha definido el discurso de odio como las formas de expresión orales, escritas, las audiovisuales entre otras, que inciten al odio, la discriminación o la violencia contra grupos raciales, étnicos, nacionales o religiosos o contra sus miembros por el hecho de pertenecer a otros grupos.

Y se manifestó contra todo acto que descalifique o agravie a cualquier persona o grupos de personas, puesto que ello trae consigo el riesgo de polarizar la opinión pública y generar conflictos sociales en un México ya de por si lastimado por tanta violencia.

La solidaridad, empatía y respeto recíproco permitirán construir un frente común que nos permita superar estos tiempos difíciles, aconsejó y dejó en claro ante las agresiones a periodistas que “el ejercicio pleno de la libertad de expresión sólo puede efectuarse libremente cuando las personas que la realizan no son víctimas de agresiones físicas, psíquicas, morales u otros actos de hostigamiento”.

Un discurso de concordia, ante quienes concitan odio contra la prensa. 



miércoles, 16 de diciembre de 2020

 PEQUEÑAS DIFERENCIAS

Tp161220 Sucesión RUMBO NUEVO


TRANSPARENCIA

POLÍTICA

Erwin Macario

 

Pandemia y destino

 

Porque yo mismo padecí

la enfermedad y vi a otras

personas afectadas por ella.

Tucídides/ Historia de la guerra

del Peloponeso.

 

En el segundo año de la guerra de Atenas por democratizar la región, surgió una terrible y devastadora epidemia que destruyó todo intento de dominio, y poder, y acabó con la vida del propio líder ateniense, Pericles, sin que hubiera sucesores dignos de él.

Sobre la peste de Atenas deja Tucídides, por primera vez en la historia de la humanidad, constancia de una plaga tan terrible en su libro, que también es la primera crónica de una guerra, Historia de la guerra del Peloponeso, que el historiador-periodista cubre en los dos frentes de batalla, como ya he mencionado en columnas anteriores.

“Tal era la apesadumbrante calamidad que había caído sobre los atenienses: dentro de la ciudad la gente moría, y fuera se devastaba el territorio”, dice Tucídides. No podía decirse, como ahora, 2,450 años después, que el mal hubiera caído “como anillo al dedo”.

Tucídides también se contagió, pero fue uno de los sobrevivientes. Escribió: “Yo por mi parte diré sus características y mostraré los síntomas a vista de los cuales, si volviese a sobrevenir, teniendo una idea previa, mejor se podría diagnosticar. Porque yo mismo padecí la enfermedad y vi a otras personas afectadas por ella”.

En Tucídides, en su guerra, en el liderazgo de Pericles y aún más, la tragedia de Edipo y Tebas, que nos cuenta Sófocles y que algunos comparan, reflexionaba yo, que ahora —valga guardar toda proporción, entre personajes y hechos— también he padecido esta pandemia de Covid y puedo hablar de los síntomas, que no deben ser igual en todos los contagiados según colijo del mal propio.

Tutta la proporzione salvata, entre los enfermos que escriben, y los protagonistas, porque además de la distancia en el tiempo, hay grandes diferencias en el actual azote del virus y sus consecuencias políticas. De Edipo, Sófocles dice que fue víctima del destino. Una  “proyección trágica ad absurdum" afirmaría Carles Riba, que nos llevaría a profundizar con Miguel de Unamuno en su libro Del sentimiento trágico de la vida, su mejor obra según él mismo.

No todo puede referirse al destino, a una teodicea trágica. Ni con Edipo o Pericles, que ante la adversidad exclama en Atenas: “...es preciso sufrir con la resignación de algo inevitable las cosas enviadas por la divinidad y con valor las que vienen de los enemigos".

Ni medallitas milagrosas, ni resignación pasiva que incrementa los males.

Guardemos las proporciones, aunque el autor de “Historia de la guerra del Peloponeso” exprese que su concepción política, su previsión, su organización estatal están fuera de toda crítica, pero admite —no comparemos— “era aquella oficialmente una democracia; pero, en realidad, un gobierno del primer ciudadano".

Esto se dice, y repito, loro digital: Del mismo modo, la suerte de Atenas, ligada a la de su guía, por una especie de fatalidad, se verá arrastrada a la ruina, al encontrarse sin sucesores dignos de él. Atenas se convertirá también en una ciudad trágica. Tucídides pasa del elogio sin límites en los capítulos 35 al 45 a un relativismo cíclico de la historia en el 64, 3: "...si Pericles ha salvado a su ciudad, Edipo también liberó a la suya, si la muerte del estadista supuso el hundimiento del imperio, la maldición que pesaba sobre Edipo ha provocado la peste en Tebas. Edipo, con todo, puede reparar el mal que ha causado, descubriéndose a sí mismo como el portador de la impureza; Pericles, al morir no puede hacer nada para evitar la caída ateniense. Su testamento político no sería puesto en práctica por sus seguidores”.

No me quito la gana de copiar y pegar: “la posibilidad de que el desconcierto e incapacidad política inherentes a sus continuadores no sean sino el fruto de los años en que Pericles totalizó el poder en sus manos sin dar paso a una oposición organizada que pudiera, al faltar él, afianzarse en el poder. Un régimen político, que se llama democrático y modélico, no puede descansar en una sola persona, sino en unas instituciones, en unos partidos”.

Los daños políticos y sociales se medirán un día. No hay de otra.

En fin, si bien los síntomas del covid en los humanos que lo han padecido tienen diferentes grados de severidad, y no son tan terribles como los que describe Tucídides, vale la pena mencionar que en mi caso, y en el de muchos que he sabido vencen la pandemia, lo más importante ha sido la atención médica a tiempo y en respetar con todo rigor la medicación recetada por quienes han aprendido frente a los enfermos no a curar el Covid sino a evitar que los males que desate resulten dañinos a la salud de los pacientes.

Yo, me cansé durante mi aislamiento desde el 17 de marzo, a llevar las estadísticas con tantos muertos. Debieran hacer las autoridades una comparación de tantos que han superado la pandemia, en hospitales y hogares, como es mi caso que tuve como pabellón de enfermo mi propia recamara.

Me aplique en los primeros síntomas, el martes 24 de noviembre por la noche: calentura, dolor de garganta y un poco de cefalea. De inmediato la atención médica de mi hijo Rommel, mano salvadora en ya varias ocasiones. Otros síntomas se manifestaron durante los días de aislamiento total, pero en forma leve. Perdí el olfato. Tuve un poco de tos. Dos solas manifestaciones de diarrea. Dios y la medicina recetada por Erwin Rommel —con tes de hoja de guayaba, única receta tradicional que acepté, servida por Merry y mis hijas—, hicieron el milagro.

Hay más que escribir del tema.  

jueves, 10 de diciembre de 2020

 LOS QUE MANDAN EN TABASCO

Tp101220 Ciudad RUMBO NUEVO


TRANSPARENCIA

POLÍTICA

Erwin Macario

 

El triángulo del poder

 

Artículo 832.- Se declara de utilidad

pública la adquisición que haga el

Gobierno de terrenos apropiados…

Codigo Civil Federal

 

En Tabasco, con eso de la Cuatroté, si habría que escoger un sitio para representar el poder, y hacerlo con una de las figuras geométricas más reconocida, no hay duda: el triángulo en el que serían los vértices la Quinta Grijalva, el Obispado de la catedral del Señor de Tabasco y el edificio en ruinas de Paseo Tabasco y Fernando Mayo Sanlucar.

La residencia oficial que hoy habita el gobernador Adán Augusto López Hernández y las oficinas donde despacha y también habita el representante del poder eclesiástico en Tabasco, monseñor Gerardo de Jesús Rojas López, han sido por años los centros del Gobierno y de la Diócesis de Tabasco. Poderes terrenal y espiritual.

Ningún problema en ello. Ya no hay quejas porque las campanas repiquen muy temprano llamando a misa —que están in suspensus por la pandemia de covid— ni, del otro lado, por los discursos que intenten frenar el trabajo pastoral y la injerencia política del clero.

Cada quien en su casa. Unos en la arbolada quinta, testigo de la Historia y de muchas historias tabasqueñas. Otros en la inconclusa catedral.

El vértice problema de ese triángulo de poder, da a la calle. Está a la vista y al olfato —si no se está enfermo de covid— de la gente que vive en esa figura geométrica que tiene como centro al parque infantil Manuel Mestre Gigliazza, otrora sitio de reuniones familiares en Villahermosa.

Esquina de otro poder, enfrente del parque. Ángulo del poder, pero más de la corrupción y la inseguridad que se aferran a retar la Cuarta Transformación y a sus gobiernos.

En esa esquina de Paseo Tabasco y Fernando Mayo Sanlúcar, de la capital tabasqueña,  hace unos años hubo el primer restaurante de comida de autor en Villahermosa. Las delicias aromáticas competían con el olor a santidad, el incienso y las veladoras de la catedral y el olor a naturaleza verde de la pequeña selva intramuros que es la residencia oficial de los gobernadores, desde Tomás Garrido.

El inmueble abandonado y en uso de la delincuencia, fue, muchos años antes, propiedad de Olga Zetina Ingüi,  hermana de malogrado escritor, quien me obsequió uno de los primeros libros, Fito Zetina. Conocí la casa, como algunas veces recuerdo La Quinta y, menos, la Diócesis.

Ahora está en total abandono ese edificio y el olor que llena ese triángulo —tal vez no llega a la Quinta ni a la Catedral— no es de lo mejor de la cocina tabasqueña, sino lo peor que se cocina en la inseguridad, la corrupción y la falta de autoridad: consumo de mariguana.

Delincuentes de variada índole han tomado el inmueble como refugio. ¡Enfrente de la residencia oficial! De la casa de Adán Augusto López Hernández.

No únicamente han sustraído, a pedazos, los elementos físicos que componen una construcción de ese tipo; esto es, desde focos y lámparas, hasta ventanas, puertas, tuberías, cables eléctricos, etc. a la vista de todo mundo, actuando preferentemente de noche.

En sus incursiones ya han robado hasta tubería de cobre de algunas casas aledañas, sin que prospere la queja ciudadana. Así es Tabasco.

Se sabe que el nuevo propietario del inmueble abandonad es el licenciado y notario público Jorge Pereznieto Fernández y es allí donde aparece una parte del poder político, aunque en realidad lo que ahí sucede es manifestación del poder de la delincuencia que puede, hace y deshace sin que ninguna autoridad intervenga.

El notario Pereznieto se niega a proteger su propiedad alegando que ya la entregó en alquiler a la empresa OXXO, otra cara de la influencia entre empresarios. Sin ninguna protección, el abandonado edificio está convertido, además, en un basurero y un cagadero público, pues los delincuentes que la usan como refugio hacen sus necesidades en todas partes del inmueble.

El presidente municipal de Centro, Evaristo Hernández Cruz, tiene ya conocimiento de este problema urbano, a través de denuncias y quejas interpuestas por vecinos, pero no se ha dignado siquiera a respetar el derecho de queja y la petición para que intervenga.

La policía no actúa. Ni porque ese refugio criminal está enfrente donde todas las noches duerme el gobernador de Tabasco.

En varias ocasiones han llamado los vecinos por vía telefónica a las autoridades policiales, de manera incógnita, para protegerse de posibles daños que le pueden causar esos delincuentes, pero no han recibido protección de Seguridad Pública, ni respuesta alguna.

Insistir, piensan, puede exponerlos a que la misma autoridad les ponga el dedo por denunciarlos, los acusen “de sapos” según el argot de la policía y delincuencia. Y les causen daños en sus personas.

La verdad, un triángulo de poder… con vértice de corrupción, impunidad ¡y miedo!

Con la Cuarta Transformación bien vale pensar: Codigo Civil Federal, Artículo 832.- Se declara de utilidad pública la adquisición que haga el Gobierno de terrenos apropiados, a fin de venderlos para la constitución del patrimonio de la familia o para que se construyan casas habitaciones que se alquilen a las familias pobres, mediante el pago de una renta módica.