lunes, 26 de julio de 2010

PRI: OPERACIÓN PUERCOESPÌN

Tp270710SUCESIÓN2012
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com

¿De quien es el PRI?

…pero siguiendo con las reglas, si tú ganas
la interna te quedas con el partido y si ganas
la constitucional sigues con el partido y le haces
los cambios que me has dicho desde hace muchos
años que el partido necesita
. Ernesto Zedillo/
abril de 1999/Plática con Francisco Labastida

El candidato presidencial priísta del 2000, Francisco Labastida Ochoa, ha mirado atrás a riesgo de ser estatua de sal en la política. Y ha revelado que Ernesto Zedillo —presidente por herencia del asesinado Luis Donaldo Colosio— entregó el poder al PAN, traicionó al PRI.
A diez años de aquello ha recordado que el ex jefe de la campaña de Colosio combatió prácticamente al PRI. Decir, como lo aseguraba ya presidente de la República, que en ese partido, su partido, sólo había pendejos y corruptos, los que no podían estar en la administración pública, pinta bien lo que sucedió.
Labastida, respetuoso, no lo quería decir así a su entrevistador Joaquín López Dóriga. Pero ya en el Universal, ese mismo 2 de julio pasado, hace 25 días, había aparecido revelación de otro actor de ese tiempo.
Y el candidato perdedor tuvo que aceptarlo a diez años de distancia. Había dicho que Zedillo le dijo "mira, en el partido sólo están, en el partido y en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores sólo están los que no sirven a la administración pública".
Pero López Dóriga insistió: —En esta entrevista de Andrés Becerril (la del Universal) lo cuenta… y lo voy a citar, discúlpeme usted porque dice Romero que el presidente Zedillo le dijo, "¿Para qué quieres ir al PRI si ese partido, así como las cámaras del Congreso están llenos de pendejos".—Así fue —admite Labastida.—¿Y qué le dijiste? —vuelve a la carga el Teacher.—Le dije, "mira Presidente", y me dijo, "de pendejos y de corruptos", para aclararlo, para agregarlo.
Esto no resta importancia a lo que afirmaba Zedillo a Labastida respecto a lo que debe ser el PRI en las contiendas electorales. Ni a la queja de que él, Zedillo, había vivido en su campaña tres partidos.
En Tabasco, aterrizo, ¿cuántos partidos hay en el PRI, rumbo a la sucesión? ¿El de Granier? ¿El de Beatriz Paredes? ¿El de Peña Nieto? ¿El de Beltrones? ¿No son muchos, querido (e) lector?
Regla de oro ha sido que el PRI es de quien resulta su candidato. Así deberá ser pero no hay que olvidar que ese partido necesita unidad cupular para lograr la unidad de los actores de la política y de los electores priístas. Si cada “partido” dentro del PRI se mantiene en su macho —y dando golpes bajos como los que ya se sienten—. Si cada uno de esos partidos busca imponer candidato y no apoyar al que llene el perfil, tenga popularidad y estructuras, esta vez podría perder el PRI el poder en Tabasco.
Los líderes, los aspirantes, los dueños del PRI, tienen que aprender la fábula del puerco espín:
”Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados. Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos”.

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