domingo, 21 de noviembre de 2010

INTERNET Y PRENSA ESCRITA

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com

Papironauta

Sin embargo, la presencia de la prensa
en la red no dejaba de ser simbólica,
más para ganar o consolidar un perfil
de modernización que en busca de
sustituir el papel por el módem.
Raúl Trejo Delarbre / La nueva alfombra mágica

Enfermedad profesional, desarrollada en 43 años de oficio periodístico, la papirofilia, lo acepto, me convierte, en gran parte, en un ser fuera de esa alfombra mágica —que a todas partes lleva— que es la red de redes.
Una de las mejores manifestaciones de mi mal es el asombro cotidiano del parto de letras, tinta y papel, que como un nuevo ser acaricio todas las mañanas, me dan el inicio del día, la realidad después del sueño, del descanso.
Estos días, Rumbo Nuevo, me privó de ese disfrute, de esa costumbre hedónica de buscar entre sus páginas una parte de ese ser que nace y muere por la noche, porque otro nuevo alumbramiento de letras y de imágenes lo desplaza.
Si bien el profesionalismo de quienes están permanentemente en la redacción, y de quienes dirigen la obra que cada día se levanta, entre ellos Jorge Alberto Javier Quero, mantuvo esta semana la presencia cotidiana. en la Internet, del decano de los matutinos en Tabasco —el día 2 entrante ajusta 67 años de vida—ese mal permanente de disfrutar con casi todos los sentidos lo que con amor concibo, mis textos, me impidió escribir esos días.
Solidario con el viejo oficio del periódico, de la página, del papel, de la tinta, perdí la oportunidad de estar junto a los que perseveraron y enviaron sus colaboraciones, que no llegarán a las hemerotecas pero cubrieron el lapso histórico de una semana en la superautopista, en la que Rumbo Nuevo es ya un referente obligado para los que un día, alejados de los volúmenes empastados en una hemeroteca, revisarán la historia con sólo iniciar la búsqueda en esta maravilla de maravillas que es el ciberespacio.
Otra manifestación patogénica de esta afección cultural es el escribir a paso forzado. Muy pocas colaboraciones, por esto, envío a las revistas y periódicos de amigos que escriben la historia inmediata, ese testimonio revisable en las hemerotecas y en la Internet. Sino es que en esta última un día se pierda la memoria.
Dios no lo quiera.
Soy diarista fundamentalmente. Me cuesta trabajo escribir para leerme muchos días después.
Reconozco, volviendo al tema, que mis pocas incursiones en la prensa en línea, ya en los diarios, revistas y periódicos que me publican, ya en mi blogspot —un espacio de lo que antes se publicó en papel—, ya en espacios de amigos como Razones de Ser, entre otros, así como mi presencia en Facebook no son suficientes para que yo me considere un ser digital. Al contrario, el no escribir estos días porque la edición papel de Rumbo Nuevo no circulaba, prueba hasta donde ha avanzado la malformación de mi periodismo.
El internet es, además de la instantaneidad que ha superado otros medios, un refugio a la palabra. Ahí invernan, a veces, las voces que no se manifiestan en los medios de comunicación tradicionales. Es, también, una buena hemeroteca virtual, aunque no sé si permanente o un día se irán borrando esos testimonios históricos de la prensa, como en Tabasco el agua y la humedad ha destruido en gran parte nuestra memoria histórica en nuestras bibliotecas.
Sirva este texto para justificarme ante mis posibles lectores cibernéticos, para disculparme ante mis compañeros de este viaje en el más viejo de los diarios de Tabasco y para reiterar a Jorge Alberto Javier Quero mi disposición para seguir colaborando en el esfuerzo editorial que lleva a cabo.
Este texto, posibles lectores —si no los perdí esta semana— también es una confesión a una de mis debilidades: la de sentir con el tacto las palabras. No pueden imaginarse el disfrute de tener entre las manos un periódico. Ir a las hemerotecas, entrar a una librería —de viejo mejor— y leer, sentir, gozar un libro, supera por mucho mis otras aficiones, que no son están tan lejas de mi hedonismo y de mis actos lúdicos.
Soy papironauta, no cibernauta, aunque no desprecio esos viajes que se están volviendo cotidianos por los temas y los amigos que en la red he encontrado.
Quise decirlo hoy que Rumbo Nuevo circula nuevamente en papel y me ha devuelto el disfrute cotidiano de mi papirofilia, de ser papironauta.
LADO CLARO
Maestros. taxistas y pochimovilistas serán el dolor de cabeza estos días. Y en todos se puede poner orden.

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