lunes, 3 de enero de 2011

EL MALINALLI DE LA UJAT

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com


Casi frustran el Malinalli

Además, comandó a todos los ejércitos de guerreros indígenas aliados a los castellanos, fue una excelente mujer y gran cacica, señora de vasallos, como lo cita en sus crónicas Bernal Díaz del Castillo. Luis Barjau 091109

Con la sombra del Juchimán de Plata —en manos privadas— la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco estuvo nuevamente a punto de fracasar en la segunda edición del llamado premio nacional Malinalli, a pesar de que en esta ocasión, a la entrega, asistió el gobernador Granier.
Esta vez sólo uno de los tres premiados estuvo: el escritor, novelista, periodista e historiador Héctor Aguilar Camín. El año pasado, en la primera entrega del premio, al menos asistieron dos de los tres premiados: Juan Villoro y Luis Barjau.
Este último repitió este año, al recibir el premio: ahora en representación de uno de los ausentes. Otra pieza de Sebastián, el escultor de la obra premiadora,
El Malinalli —al que la UJAT ha dado el título de nacional—, se instituyó el año pasado en sustitución de la reconocida presea Juchimán de Plata, “para la promoción de las artes, los derechos humanos y la diversidad cultural”.
El año pasado no vino a recibirlo la escritora Cristina Pacheco, y Juan Villoro juntó dos premios. El de él y el que le llevó a Cristina.
Ahora no vinieron la escritora Margo Glantz y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.
Luis Barjau y Eladio Terreros Espinosas serán los que lleven esos premios a sus ganadores.
La presencia de Héctor Aguilar Camín fue salvadora. Estuvo en la inauguración de los eventos por los 52 años de la Universidad; en la Feria Universitaria del Libro de Tabasco, que este año se hizo en homenaje suyo; en el maratón de lectura “de la fábula a la historia”, en la mesa redonda número uno “aportaciones a la historia y periodismo mexicano”; presentó su libro Pasado pendiente y otras historia conversadas y recibió el premio Malinalli, que es una estatuilla creada por el escultor mexicano Enrique Carbajal (Sebastián), de 36 centímetros de altura, esculpida en bronce y con acabado en color rojo mexicano que “recupera la escultórica femenina prehispánica. El penacho semicircular de dos caras evoca el encuentro de las dos culturas y la nobleza del personaje. El eje transversal de la cabeza significa la unión de dos miradas y es una representación de la lengua como fruto del mestizaje. El penacho está presente como símbolo de la fertilidad y el nacimiento de una nueva cultura. La dinámica que exhibe el resto del cuerpo, es una alegoría de la permanente evolución de nuestro pueblo”.
La segunda mesa redonda fue, precisamente, sobre la novelística de Héctor Aguilar Camín y en ella participaron Luis Barjau y Lácides García Detjen. Edith Negrín no estuvo y leyó su trabajo sobre la novela Morir en el Golfo, de Aguilar Camín, durante la presentación que hizo ayer el escritor de su libro, quien leyó un texto sobre el escritor tabasqueño Andrés Iduarte.
El gobernador estuvo en la ceremonia donde el quintanarroense recibió el Premio Nacional Malinalli, creado, como dijo el año pasado la rectora de la UJAT, Candita Victoria Gil Jiménez, como homenaje un personaje universal y paradigmático de la historia que con su vida y obra contribuyó al inicio del mestizaje mexicano, mostró la capacidad intelectual innata de la mujer de este continente y afirmó el carácter inquebrantable de nuestro origen, la Malinche.
"El Premio Malinalli será un homenaje que se rendirá anualmente en el marco de los festejos de aniversario de esta Casa de Estudios, fecha significativa para la identidad y el sentido de pertenencia universitaria y la conmemoración de nuestra creación", dijo en su primera casi frustrada entrega la rectora universitaria.
Margo Glantz, de casi 81 años, que ayer no vino, recibirá el día 27 de este mes, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2010, durante la Feria del Libro de Guadalajara.
Ha recibido el Premio Magda Donato (1982), el Xavier Villaurrutia (1984), el Premio UNAM (1991), el XX Premio Herral de Novela 2002; el Sor Juana Inés de la Cruz (2003), Premio Nacional de Lingüística y Literatura (2004) y el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Eduardo Matos, 70 años, miembro de la Academia Mexicana de la Historia, ha obtenido diversos reconocimientos en México y en el extranjero, entre ellos el de la Medalla Henry B. Nicholson de la Universidad de Harvard y la Medalla Benito Juárez otorgada por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
LADO CLARO
Candita Victoria Gil Jiménez, rectora de la UJAT no puede hacer todo. Sólo falta que tenga que hacer los boletines y estar pendiente de invitar a los periodistas a los eventos universitarios. ¿O sí?

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