viernes, 14 de enero de 2011

LA TRAICIÓN CAMERAL

Tp181110LosvotosPRIRN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com


Los votos del PRI

Cuando imagino una sociedad
democrática de esta especie,
creo trasladarme a uno de esos
subterráneos reducidos y ahogados,
en donde las luces traídas de fuera se
debilitan y acaban al fin apagándose.
Alexis de Tocqueville / La democracia en América

La votación, ayer, a favor de la ratificación de Francisco Rullán Silva como titular del Órgano Superior de Fiscalización mostró muchas aristas del Congreso. Por un lado dejó claro que pese a la actitud de la priísta Lorena Beaurregard por llevarle las contras al líder de su bancada, José Carlos Ocaña Becerra, y al propio gobernador Andrés Granier Melo, los diputados del PRI la han dejado sola.
Esto independientemente del derecho que tiene a disentir contra los acuerdos del partido y de las acciones del gobernador, que la hicieron diputada. O de votar, como ayer, en contra de una propuesta de su partido.
También se mostró nuevamente el rostro conflictivo del PRD que exhibió sus vergüenzas de ser un instituto político dividido, que llevó al Congreso su basura, su ropa sucia, sus enfrentamientos.
Acusaciones mutuas entre la minifracción de Juan José Peralta Fócil y los de la bancada de Juan José Martínez Pérez, no únicamente se dieron por la votación que fue calificada de traición al PRD y a Tabasco, sino que los trapos sucios mostraron el temor de que las cuentas de algunos presidentes municipales perredistas tengan anomalías y hasta corrupciones que no quieren se castiguen.
El hecho de que de los 35 diputados que integran la LX Legislatura de Tabasco, 27 hayan votado a favor de la propuesta del PRI, desató los demonios y colocó al PRD en el infierno.
No podía ser menos. De los once diputados que llegaron al Congreso tabasqueño por las siglas perredistas, ¡seis votaron a favor de la ratificación de Rullán como el fiscal por siete años más!
Vale la pena mencionar como votaron los perredistas:
Los cinco votos en contra de Rullán fueron de los cuatro diputados que mantuvieron tomado el presidium, y del dirigente reconocido de la bancada amarilla: Juan José Peralta Fócil, Bernardo Barrada Ruiz, Lorena Méndez Denis, Alterio Ramos Pérez Pérez y Juan José Martínez Pérez.
A favor del PRI y de Rullán votaron los perredistas Cristhian Salvador Aquino Mena, Claudia Elizabeth Bojórquez Javier, Fernando Enrique Gómez Asencio, Jesús González González, Julio Alonso Manzano Rojas y Jesús Selván García.
No se fueron lisos. Lorena Méndez Denis los acusó de traidores.
Ambos grupos, se dieron hasta con la cubeta. Convirtieron el pleno del Congreso tabasqueño en un lavadero público.
Lo menos que se dijeron es que el pueblo se las cobrará en las urnas. Y es cierto. Aunque muy pocos de ellos tienen oportunidad de ser candidatos nuevamente por ese partido. Y si lo hacen por otro, les pesará.
Los priístas mantuvieron un frente firme y se les unieron, además de “los traidores” diez diputados de otros partidos.
De los 18 diputados priístas sólo Lorena Beaurregard mantuvo su postura en contra de que Rullán Silva fuera ratificado. Los otros 17 votaron en apoyo de la propuesta de ese partido, lo que deja ver que es falso que los legisladores Humberto Villegas Zapata, Fernando Valenzuela Pernas y José Dolores Espinosa May hagan ronda con Lorena, aunque el primero ha demostrado que también tira al monte.
Un recuento de los diez votos que dieron mayoría al PRI, para hacer los 27 con los que sacaron adelante la ratificación, dejaría ver, cómo vienen futuras decisiones legislativas:
Seis votos perredistas.
Dos votos de líderes de fracciones partidistas: Andrés Ceballos Ávalos, del PT, Y Manuel Antonio Ulín Barjau, de Nueva Alianza.
Dos del PAN: Javier Calderón Mena y Alberto de la Cruz Pozo.
En fin, un asunto difícil pasó la prueba. Aunque en las graderías hubo gritos. José Carlos Ocaña Becerra mantuvo el liderazgo de su partido en el Congreso. El PRD mostró su realidad. Los otros partidos simplemente estuvieron.
Otra historia es y será la ratificación de Rullán Silva. ¿Decisión política? ¿Mero asunto técnico? Ya se escribirá. Ahora todos los partidos tienen que esperar el filtro de las urnas. Allí será el veredicto. Tal vez el crujir de dientes para algunos.
LADO CLARO
Contra lo que querían algunos, José Carlos Ocaña Becerra no fue la víctima de ayer. N i tampoco Lorena Beaurregard la victimaria. Cada uno, en su medida, desempeñaron sus papeles. Hasta quienes son acusados de judas.

No hay comentarios: