DOLORES CORREA, LA PRIMERA PERIODISTA
Tp250820 Prensa RUMBO NUEVO
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario
Primeras periodistas (2)
Cuando Bischoff falleció
pesaron
su cerebro y peso menos que el
de cualquier mujer.
Dolores Correa
Zapata/ Reseña periodística
El año de 1879, en que el doctor
Simón Sarlat Nova inauguró el Instituto Juárez —antecedente, génesis histórico
de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco—, se publicó en San Juan Bautista
la revista El Recreo del Hogar, de la que fue directora y jefa de
redacción, Cristina Farfan, y en la que colaboró la primera periodista
tabasqueña, Dolores Correa Zapata.
María Cristina Farfán
Manzanilla, educadora, poeta y escritora nacida en Yucatán —de dónde nos ha
llegado mucho del periodismo como ya he dicho en otros textos, en este espacio
periodístico— llegó a Tabasco recién casada con el también profesor José García
Montero y murió de parto el 24 de agosto de 1880.
Con ella había abrevado Dolores Correa Zapata, en Mérida,
el afán de participar en lo que se llamó el surgimiento de la primera ola del
movimiento feminista en México.
Farfán, cuyos restos mortales fueron llevados en 1885 a
Yucatán fue una de las pioneras del periodismo literario femenino, y nuestra
paisana Dolores Correa una de sus mejores herederas, al grado que es la primera
periodista de Tabasco, mérito que no opaca el de haber sido una de las grandes
feministas de fines del siglo XIX y principios del XX y la Revolución y también
una profesora que legó textos a la educación mexicana y una prolífica obra
escrita a favor de los derechos de las mujeres.
En los estudios del periodismo tabasqueño no se menciona
nombre femenino en este quehacer, sino el de Dolores Puig de León, como una de
quienes redactaban La Bohemia Tabasqueña en 1889, según ficha de Ligeros
datos del Periodismo en Tabasco (1825-1892) escritos por Felipe J. Serra y
Andrés Sánchez Ábalos (notas de Francisco J. Santamaría).
La lucha feminista que con ideas en libros y revistas libró
la teapaneca Dolores Correa fue resaltada en el Primer Congreso Feminista
organizado por el gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, en 1916, donde
hacen un reconocimiento a Rita Cetina Gutiérrez, y a Dolores Correa Zapata como
defensora de los derechos de las mujeres.
Un amplio estudio de su labor educativa —que inició en
Tabasco en un colegio particular de sus padres y culminó en la capital de la
República— es el que con el título de Dolores Correa Zapata: una profesora
feminista del siglo XIX, publicó Rosa María González Jiménez, en la revista
Perspectivas Docentes, de la UJAT, el año pasado (2019).
Algunos datos recogidos en diversas fuentes ilustran el
trabajo que realizó la pionera del periodismo femenino en Tabasco: Colaboró en Violetas de Anáhuac, 1888 y en
1904 fundó junto con Columba Ribera la revista Mujer Mexicana, órgano de
la naciente sociedad femenina “Protectora de la Mujer”, en la que se agrupaban
Mercedes Castorena, la licenciada en Derecho María Sandoval del Zarco, Severa
Aróztegui, Luz F. Vda de Herrera y Trinidad Orillés.
Después de viajar por Europa escribió folletos de carácter
progresista: El espíritu del pueblo mexicano, De la escuela primaria a la
normal, La combustión, El cinco de febrero, La obra del señor Rébsamen, La
Federación y la escuela, La obrera mexicana, El desayuno de la obrera Luz, El
trabajo, El obrero mexicano y La guerra y la paz. Pese a ser admiradora de
Porfirio Díaz, se le considera una de las preparadoras sociales del movimiento
revolucionario de 1910.
Amplío sobre su estancia en Tabasco: Dolores Correa nació
en el municipio de Teapa, en el estado de Tabasco, el 23 de febrero de 1853.
Provino de una familia netamente de pedagogos, sus padres fueron don Juan
Correa Torres y la señora María de Jesús Zapata, trabajaron juntos para
impartir las enseñanzas en el Instituto “Ocampo” y en el Colegio “María”, en
San Juan Bautista, que fueron las primeras y únicas escuelas particulares de
aquella época, donde la educación era exclusivamente laica.
En 1874, se trasladó
a la ciudad de México, en donde se titula como maestra de secundaria en la
Secundaria para Niñas que había creado Benito Juárez García. En 1890 esa
secundaria se transforma en Escuela Normal para Profesoras, y ahí es una de las
maestras la tabasqueña Dolores Correa.
En 1886 incluyen tres poemas suyos en la antología
elaborada por Vicente Riva Palacio y Manuel Altamirano. Sus poemas fueron: La
mujer cristiana, Un canto y Un mendigo.
En 1893, en la antología Poetisas mexicanas, de José
María Vigil, aparecen tres poemas de Dolores Correa: Teapa, Pinceladas y Las
dos liras.
El 27 de noviembre de 1896 fue nombrada maestra titular de
la clase de Economía Doméstica en la Normal de Profesoras, y en el mismo año
publica su segundo libro de texto "La mujer en el hogar".
Otros libros de texto de su autoría incluyen "Moral e instrucción
cívica" y "Memorias de una maestra".
En su tiempo aparecieron como periódicos y revistas: Violetas del Anahuac (1887-89), El Correo de
las Señoras (1882-83), El Álbum de la Mujer (1883) y La Mujer Mexicana
(19041905).
En una reseña periodística, en 1895, que refrenda su
feminismo, Dolores Correa escribió: el científico alemán Bischoff sostenía
que las mujeres eran intelectualmente inferiores a los hombres. Su
hipótesis la basaba en que el cerebro de las mujeres pesaba menos que el de los
hombres. El artículo, publicado en México Intelectual describe que cuando Theodor Ludwig Wilhelm von
Bischoff murió pesaron su cerebro y peso menos que
el de cualquier mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario