BUSH Y HOJA DE MAZORCA
Tp070920 Cultura RUMBO NUEVO
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario
Tabasqueñismos (7)
Estoi convencido de que es
necesaria una institución
directora en lo tocante al
habla,
i de que lo único que hace
falta
es que… dirija acertada y
oportunamente. Marcos
E. Becerra
El viernes 4, política y
prensa —dos temas de mis presuntos libros—, interrumpieron esta serie de
entregas acerca de la cultura y quienes, a la pela vaca, turuntunean en ella.
Este lunes 7, tras el descanso
semanal, termino el tema de los tabasqueñismos esperando que los que tal
negocia acometieron en ese sitio cibernético llamado DeTabascoSoy (DTS)
—y les resultó una pirishada—, procedan a corregir lo que hemos señalado como
errores que confunden.
Bien claro quedó que estos
textos no pretenden sino defender nuestra habla tabasqueña, jamás ser un
tratado lingüístico y ni siquiera una corrección ortográfica a los dislates que
en ese portal abundan, mucho menos, Dios me libre, criticar las fallas de la
ortología que entre los chocos es normal.
Revivir en algunas palabras el
sonido perdido de la h en el español, por ejemplo, nos distingue ante otros. Y
no renunciamos, al menos en la palabra hablada a pronunciar esa aspiración que
se usaba en el Renacimiento.
Así, pronunciar la h
ortográfica como una j, aunque no se estime culto, es de uso común y por ello
quieren burlar a quien ahora es nuestro más alto exponente de nuestra forma de
hablar, AMLO.
Otra falta ortológica, omitir
letras en los finales de las palabras, no nos acongoja: amachao, desvalagao,
ashushao, pasmao…
Tampoco omitirlas al comienzo
de un vocablo: ta shusho, ta jondo…
Pero antes de pasar a lo que
te truje Chencha, es decir a tratar de que enmienden sus “tuertos”, mi homenaje
a Pedro Luis Hernández Sánchez, nuestro recordado Cabo de Turno con su Patrulla
Policiaca, de pasadita la mitad del siglo pasado, quien no sólo recogió e
inventó nuevos modismos, sino que, al menos a mí, me ilustró con que el pan sisote
se llama así porque se cortaba con tijeras, que en francés es “Les ciseaux”.
Ya el maestro de estos
andares, Jorge Priego Martínez ahondaría en que el dueño de una panadería trajo
a Tabasco a un tahonero francés que empezó hacer el pan que algunos llaman así,
pan francés, y que para cortarlo pedía en su lengua “les ciseaux”, las tijeras.
Y los chocos llamaron a ese pan, sisote.
Sobre Pedro Luis, trataré de
traerle algunos textos pues es necesario recordar el periodismo jocoserio que
él y otros tabasqueños cultivaron.
Al asunto de hoy. Lo que dice DeTabascoSoy
y lo que no es o no dijo: “Bush: Cantimplora artesanal de madera o
corteza”. ¡No! El bush es una especie de guaje, algo natural, no una
artesanía. Sí se usa como vasija o recipiente donde el choco llevaba su que
beber. Es más grande que el leque o la jícara, pero más pequeño que el acocote
del tlaquichero del pulque.
Por su forma, se le dice
“bushón: de cachetes y papadas grandes”, a los chocos cachetones, bushudos,
cachetes de bush.
“Chanchamito: Tamal redondo y
gordito relleno de carne de cerdo envueltos en hoja de maíz”. NO: Ya se dijo
que ese tamal se puede rellenar de carne de otros mamíferos o aves. Y que se
envuelve con la hoja de la mazorca del maíz, no con las grandes, largas y
quebradizas hojas del maíz.
“Chorote: Chocolate con cacao
hervido en agua y endulzado”. No sabía que esa bebida de fermentado de masa de
nixtamal y cacao molido, se hervía.
“Cojó: Personaje disfrazado y
enmascarado de la danza del pochó”. Bien, pero olvidan en su lista de
tabasqueñismos a la pochovera y los tigres (jaguares).
“Cushilear: Chismear”. Ya les
dije que confunden cuchichear, chismear, argüendear con acushilear, azuzar los
perros.
“Desvalagao: Desarreglado”. De
niños nos desvalagaban los chuchumos con talladas o masajes. No nos
desarreglan, señitos.
“Que quiere cuero solito lo
anda buscando: Una persona puede alcanzar sus metas si se lo propone y lucha
por ellos”. Jijjijiji. La frase completa comienza “con culito que quiere cuero”
no significa eso, sino que el que hace algo mal, merece un castigo.
“Embrocarse: Acurrucarse o
doblarse”. No, doñita: —Niño,
“embrueca” esa olla —gritaba mamá y colocábamos la olla boca abajo. Acurrucarse
es hacerse un ovillo con su cuerpo. Digo. Se acurruca uno con la persona amada
en busca de protección. Se embrocan, otros, ante quien tiene poder.
“Joloche: Hoja de maíz seca
para envolver dulce de naranja en Jalapa”. Ya dije en el vocablo chanchamito
que joloche es la hoja de la mazorca. Y también en otra entrega dije que
se puede envolver y se envuelve en Jalapa otros dulces, no sólo dulce de
naranja.
“Más pelao que una yuca:
Persona es vulgar”. Entiendo que andar más pelado que una yuca es, como ahora,
no traer ni los 200 pesos que nuestro paisano carga en la cartera. Andar
empeñando chicharras, ser un chupatapas, etc.
“Sacana: Algodoncillo,
infección bocal que se presenta principalmente en los bebés”. En realidad,
se le dice sacanaca. Y no sé si se presente en los adultos, a menos que
sean succionadores de calostro.
“Solo el que carga su tanate
sabe lo que lleva dentro: Sólo el que vive el problema lo conoce a fondo”. De
escuincles oíamos y llamábamos “tenates” a esas bolsas. Como también
conocíamos otras con el nombre de”yoyo”. Y tenates para no confundirnos: ¡nel
guey, me dio una patada en los tanates!!
Espero que al menos los de
otros sitios cibernéticos corrijan sus tabasqueñismos. ¡Con las amachadas no
podemos! Seguiremos con la historia y otras negocias.
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