lunes, 7 de mayo de 2018

¿Negociarán Tabasco?

Tp040518 Sucesión RUMBO NUEVO


Erwin Macario









…alguien que desde mucho antes
del primer berrido ostentaba en la
palma de la mano las líneas del poder.
Silvia Miguens /  Catalina La Grande.


La sucesión de Arturo Núñez Jiménez, este 2018, es una sucesión que parece no tener reglas, ni siquiera la seguridad de concretarse en una primera vuelta, este 1 de julio; pero tampoco sería igual que la sucesión de Roberto Madrazo que se judicializó, se anuló y se repitió con los mismos resultados: Manuel Andrade Díaz, su candidato, fue el gobernador después de un interinato de un año.
Con seis candidatos agitando los ánimos tabasqueños, todo indica que el asunto se enredará más que una mata de chayote —con perdón de su ausencia— y una anulación dejaría mejores posibilidades de que las cosas no se compliquen,  para buscar mantener la alternancia o negociar en mejores circunstancias.
Ya no habría necesidad de un gobernador interino pues se convocaría de inmediato, este mismo año,  a nuevas elecciones, en las que los candidatos estarían sujetos a las negociacio0nes con quién haya sido el vencedor de la elección presidencial.
Se habla ya en los círculos del altiplano de una posible fusión electoral  de Oscar Cantón Zetina, el actual candidato del PVEM, y Manuel Paz Ojeda, de Nueva Alianza, con la candidata del PRI, Gina Trujillo Zentella, en el caso de que el triunfador de la elección presidencial resultara José Antonio Meade Curibreña, candidato del PRI.
El triunfo de Ricardo Anaya, candidato presidencial de la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, le daría ventaja en esa elección extraordinaria al actual candidato a gobernador por la misma coalición en Tabasco, Gerardo Gaudiano Rovirosa, lo que evitaría engorrosas negociaciones al gobernador Núñez.
Sí, como se estima hasta ahora, el presidente de la República resulta ser nuestro paisano Andrés Manuel López Obrador, no habría otro favorito para los comicios de antes de fin de año que el mismísimo actual candidato por Morena, Adán Augusto López Hernández. Con AMLO serían las negociaciones. Un encuentro “a la salida” que ya no sería tan ríspido.
Esta elección no es ya, como sí fueron las anteriores, la lucha por conservar la línea dinástica sino un cambio entre la alternancia y la posible transición de la izquierda, que tuvo un camino difícil con Arturo Núñez.
No se trata de comicios en los que el linaje político de una candidata hija y sobrina de gobernadores disputa el reino a un nieto de mandatario, que por cierto es el único que tiene documentado su nacimiento en la misma Quinta Grijalva que, si se tratara de monarquías, sería una especie de los palacios de los reyes, toda proporción guardada.
Ciertamente hay nombres que dan fuerza y se llevan con orgullo. El de Mario Trujillo lo es para la candidatura de Gina y el de Leandro Rovirosa Wade, para las aspiraciones de Gerardo. Se ve en las campañas donde Adán Augusto López Hernández se aferra, si valiera la comparación, al nombre del que en Tabasco es indudablemente el nombre más fuerte, Andrés Manuel López Obrador.
Quizá no hay destino manifiesto en esto de la política electoral, pero bien se ha visto que en menos de 10 familias ha estado el poder desde los tiempos de Tomás Garrido, para no irnos más lejos.
En la novela Catalina La Grande leo: “Nada me fue sencillo porque, insisto, no es fácil ser mujer, ni siquiera para alguien que desde mucho antes del primer berrido ostentaba en la palma de la mano las líneas del poder y su condición de emperatriz”.
Y también:
—¿Qué dice usted? ¿Sofía una zarina? … —había interrogado al canónigo mi madre.
—Las líneas de las manos nunca mienten, Johanna, pero si no cree en las palabras de su confesor, debería confiar en la mirada de su hija. ¿Acaso nunca reparó en su mirada?
—Es tan distinta a las otras niñas. No creo que eso nos sea favorable. A menos que en sus manos pueda descifrar alguna otra línea que muestre sumisión o por lo menos cortesía.
—No hablo de quiromancia, Johanna, digo si alguna vez ha visto en el fondo de sus ojos… Es ahí donde la niña muestra su poder…
Todavía no encuentro la novela que pueda aplicar a Gerardo Gaudiano, pero para nadie es desconocido que es un político con suerte. Y en la política como dice el militar y poeta dominicano José Manuel Sioto Jiménez: Si la guerra es “la continuación de la política por otros medios”, si en esa actividad, según Clausewitz, el azar es factor a tomar en cuenta, es lógico pues que en la política, la suerte sea también, categoría. No hablamos de cosas determinantes, aludimos a elementos a “tomar en cuenta”, “por si acaso”.
Esperemos que esta vez el columnista esté equivocado y que la elección del 1 de julio de 2018 no sea anulada. Que no hay necesidad de negociaciones con quien resulte presidente de la República sino que allá y acá en Tabasco asuman quienes hayan ganado los comicios.

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