jueves, 1 de mayo de 2008

UN MAL HEREDADO

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario erwinmacario@gmail.com

Combatir la corrupción

Porque si el Gobernador y sus principales funcionarios no están metidos en negocios ni en desviación de recursos, los de abajo los tienen que acatar pero no se resuelve con llamados, se resuelve con procedimientos y controles.
Humberto Mayans/Telerreportaje280408

La pregunta fue a quemarropa. ¿Hay corrupción en la administración estatal?
–inquiere Emmanuel Sibilla, quien junto con su hermano Chuy entrevista al secretario de Gobierno de la administración de Andrés Granier Melo.
Humberto Mayans Canabal fue sincero:
–Mira, yo creo que decir que no hay corrupción sería muy aventurado; en toda administración pública, en todas partes del mundo existe la corrupción, el problema de la corrupción es poderla controlar, es tenerla como césped, en inglés, podadita para que cuando salga la mala hierba la puedas cortar. Siempre ha habido corrupción, siempre ha habido problemas de mediación de recursos, el tema es detectarlos a tiempo, para cortar las cabezas que se requieran o para evitarlas en la medida de lo posible…
Sorpresivo, por inusual. El segundo hombre en un gobierno estatal admitiendo lo que todos los gobiernos anteriores han desmentido, pero que ha sido una de las causas para que Tabasco se encuentre en crisis, en los últimos 50 años, que van del gobierno de Carlos Madrazo Becerra al madrazato frustrado de su hijo Roberto.
Un estado que ocupa el 29º lugar en la educación; que tenía el segundo lugar en corrupción, pero que en este gobierno ha descendido a un sexto lugar, según el propio Mayans Canabal: “en el 2005 teníamos el segundo lugar entre los estados más corruptos, solamente por arriba el DF; ahora, en el 2007, ocupamos el sexto, es decir, hemos avanzado…”.
No es alguna encuesta de esas que los gobiernos acostumbran pagar para mejorar su imagen. Se trata de investigación del Instituto de Transparencia Nacional, de lo que se llama Encuesta Nacional de Corrupción. Es un trabajo que toma en cuenta a la gente pero analiza también los controles en el aparato de gobierno, los procedimientos administrativos, las leyes con que se aplican y sancionan estos controles.
La evaluación se hizo en este mes de abril que termina.
En realidad la percepción de la gente no puede ser la medida total del Gobierno, mucho menos cuando el conflicto político que por casi 20 años ha dividido a Tabasco, es llevado a algunos medios informativos y se trata de influir en la opinión pública con una guerra mediática–partidista que sólo tiene su antecedente en el complot y la traición que depuso al gobernador Salvador Neme Castillo, en 1991, para imponer el madrazato interrumpido por Andrés Granier, pues hasta el mismo Manuel Andrade cayó, finalmente, en el perverso juego de Roberto Madrazo.
Hay que ponerle nombre al niño. Nadie, ni Mayans, pueden negar que en Tabasco la corrupción tenga a la entidad en crisis. Desde hace años este cáncer ha venido minando la salud económica del Gobierno y del pueblo… A Salvador Neme Castillo no se le acusó de ser un corrupto, aunque algunos de sus funcionarios, fueron señalados. Hacia atrás, de José María Peralta López, –quien gobernó como sustituto un año del sexenio de Enrique González Pedrero–, hasta el propio Carlos Madrazo no se les acusó pública y abiertamente de corruptos. Aunque hubo funcionarios que aprovecharon la sombra del poder en el propio gobierno de Leandro Rovirosa y en el de Enrique González Pedrero. De Manuel R. Mora hasta se le juzgó por “pobreza inexplicable”.
Pero el madrazato “empezó bien” en la corrupción con Manuel Gurría autonombrado “El Honesto”, se fortaleció con el propio Roberto Madrazo y tuvo su expresión con el “bien, requete bién” de don Nathán en la época de Manuel Andrade, el que nos dejó “el mejor estado para vivir”.
Aun en un gobierno transitorio, como el de Víctor Manuel Barceló no faltaron funcionarios que se enriquecieron a la sombra del poder. Un hombre bueno como éste tuvo la mala suerte de dar poder a quien era su secretaria particular, quien como secretaria de Gobierno se aseguró de no sufrir, con su familia, esta crisis que los tabasqueños pasan.
Por eso tiene razón Humberto Mayans al afirmar: “Es indudable que en Tabasco haya un problema de corrupción, pero no es inherente a este Gobierno; es algo que venimos sufriendo y padeciendo desde hace años y ahí está toda la historia de esta encuesta, por ejemplo: desde que se aplica por este Instituto de Transparencia, creo que es el que dirige Federico Reyes Heroles y que aplica en todas las entidades del país y al Gobierno Federal y que tiene absoluta independencia y respetabilidad; esto indica que al menos en el año que nos ha tocado a nosotros, en el 2007, avanzamos en los controles y en bajar el índice de corrupción, esto es un dato importante, porque igual estábamos en los primeros lugares”.
Mayans acepta ante Chuy Sibilla; “Entonces, es muy importante señalar que para combatir (la hay) algo que te ha interesado mucho y que he escuchado mucho reiteradamente en tu programa y en distintas voces de la oposición o de la opinión pública, es el programa de Transparencia”.
Para el segundo hombre en la administración estatal, además de “los controles en el aparato de gobierno” cuentan las leyes con las que se aplican estos y se castigan las desviaciones.
La Ley de Transparencia, así, vendrá a ser un instrumento para combatir los rescoldos de esta práctica, se entiende.
Es esta norma jurídica, dice Mayans, la ley más avanzada en todo el país según lo reconoce el presidente del IFAI, del instituto de transparencia nacional, Alonso Lujambio. Una de sus innovaciones es que el responsable del Instituto de Transparencia de Tabasco, doctor Jorge Abdó Francis, tiene incluso la facultad de sancionar a funcionarios que realicen desviaciones del presupuesto, actos de corrupción o incumplan sus obligaciones. Esta facultad no existe en otras entidades federativas.
Que Mayans, secretario de Gobierno, hable de corrupción, es bueno. Y más lo es que se advierta que una vez que entre en vigor esa ley se contará con un instrumento para combatir esa enfermedad ya endémica en Tabasco.
¡Que así sea!

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