LOS TROPIEZOS DE CARMITO

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TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario erwinmacario@gmail.com

Los amigos de Checamen

No soy de los que dan su amistad a quienes no saben apreciarla, a quienes me tienen por poquita cosa.
Mario Puzo/ El Padrino

De amigos está empedrado el camino al ostracismo. Se equivoca José del Carmen Escayola Camacho: no se trata de amigos sino de aplicar la ley. Nada más. Así que no tiene que salir con eso de que él no es amigo de Manuel Andrade. Ya lo sabemos. Su único amigo es el que está en el poder: Andrés Granier. Por eso se siente el heredero.
Tomar la tribuna de la Cámara de Diputados de Tabasco para deslindarse del gobernador pasado, no es lo que se espera del líder de la bancada priísta y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local sino atender las propuestas que llegan a esa alta representación del pueblo tabasqueño.
No se trata que por amistad o no se apruebe o desapruebre procedimientos que perjudiquen o beneficien al ex gobernador Andrade Díaz, lo que es motivo de otras entregas periodísticas.
En realidad el escudo de la amistad ha sido utilizado por los políticos mediocres para mantenerse en el poder. Se arriba por la relación que se mantenga con el que gobierna, no por méritos propios, que sería lo idóneo. Antes, al menos, los funcionarios eran escogidos por la amistad, el compadrazgo, pero tenían alas propias.
El propio actual gobernador es una prueba de ello. Su llegada al campo de la política fue por amistad pero demostró trabajo y capacidad y eso lo hizo mantenerse en el poder, al grado que venció no sólo a quienes por amistad podrían arrebatarle la gubernatura sino a los que estaban en “la cola” de la gubernatura, rota por Roberto Madrazo y su elegido Manuel Andrade Díaz.
Pero quienes forman parte del gabinete sólo por ser amigos tienen que defender esa posición a capa y espada. No dejar que la manche la más mínima duda como esa de tener relaciones de amistad con el pasado reciente.
No se trata que Checamen Escayola esté negando a Andrade. Eso no sería raro pues al propio Jesús El Cristo lo negó Pedro antes que cantara el gallo tres veces. El asunto es que nadie tiene que sentirse ofendido porque se le llame amigo de tal o cual político. Y mucho menos si se está en las esferas del poder, si el viento los ha elevado a esos cargos, como eleva la basura.
La lealtad al químico Andrés Granier no debe obligar a la negación de los amigos. Mala imagen tendría el gobernador de Tabasco de sus funcionarios que negaran a sus amigos. El estaría en la lista cuando ya no tuviera la gubernatura.
Cierto, se gobierna con amigos. Con los de toda la vida y con los ocasionales, los que acercan su sardina al calor de la hoguera sexenal. Garbanzo de libra es que alguien incluya en su gobierno a quienes, sólo por talento y deseos de servir, ofrecen su amistad al gobernante.
Desprecian el consejo de Don Corleone: “Un hombre como usted sabrá de sobras lo beneficioso que es tener un amigo que, en lugar de pedir ayuda, se ocupa de sus propios asuntos y está siempre dispuesto a ayudar”.
Pero, como mafia, tutta proportion gardee, sí atienden aquello que en labios de El Padrino es regla de oro: “La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia. Nunca lo olvides”.
Esa, quizás, es la amistad que tanto defiende Checamen. Por eso se enoja que lo relacionen con Manuel Andrade.
Obnubilado, frenado, por el Principio de Meter, el aspirante a la presidencia municipal de Centro, como antesala a la gubernatura de Tabasco, se olvida que si no debe negar a sus amigos pasados tampoco a los que con él caminan hacia el futuro y los que se ofrecen dispuesto a ayudarle, aunque el talento sea lo de menos.
Y ya que ando en los terrenos de El Don vale la pena lo que, también en boca del siciliano es como consejo político, que ojalá no le llegue a nadie: “Pensaste que el mundo era un edén del que podías tomar todo lo bueno que quisieras. Nunca te preocupaste de rodearte de buenos y verdaderos amigos”.