Tp270810InundaRN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
El agua, buen tema
Si no las desalojamos no
aguantaríamos y viviríamos
lo mismo que pasó en el 2007
cuando se tuvieron que abrir
las compuertas hasta 2 mil 700
metros cúbicos por segundo.
Andrés Granier 250810
En Tabasco tenemos tema para, al menos, cuatro meses. La naturaleza nos alcanzará. Nada pueden contra ella las aspirinas hidráulicas. Las inundaciones no han podido ser controladas. Mal manejo del sistema hidrológico de la sierra de Chiapas. Corrupción en las obras. Mentiras y más mentiras.
Hasta hace dos días nos enteramos que fueron 2 mil 700 metros cúbicos por segundo los que nos mandaron desde la Presa Peñitas aquella vez. O sea: el doble de lo que están turbinando estos días. Podría pensarse, pues, que ni siquiera estamos en la fase 3 de alerta, por más que ya el Ejército, como en el 2007, está poniendo costales de arena en el malecón Leandro Rovirosa, en el lado de Villahermosa, ante las filtraciones del Grijalva.
Así se dieron las vísperas de la inundación de la capital hace tres años.
Ahora, parece, todo se adelanta. Aquella vez, agosto no fue igual que ahora en cantidad de lluvias. Tampoco se buscaban culpables si no que, se intentaba evitar los daños. La crónica lo dijo cuando Villahermosa se fue a pique: “En tanto Tabasco empieza a salir de la angustia provocada por el fenómeno meteorológico y en el olor a muerto de sus calles empieza la reconstrucción, la nueva vida. Hasta se escuchan las voces que acusan a quienes contribuyeron que la naturaleza golpeara con mayor fuerza a los tabasqueños con obras hidráulicas inconclusas, corrupción que el agua saca a flote, hedor que lastima a todo el pueblo”.
Escrito está: “La cal que empieza blanquear los cadáveres de las mascotas y animales de corral que murieron en la inundación, principalmente en el centro de Villahermosa, no cubrirá la corrupción de gobiernos pasados que apesta más que las calles de la capital tabasqueña.
“En medio del dolor de las pérdidas materiales en todos los hogares, la gente regresa a sus casas. Toneladas de muebles convertidos en basura se hacinan en las calles como un monumento a la avaricia de quienes han lucrado con el presupuesto destinado a evitar las inundaciones.
“Es el olor a muerte que lastima la vida. El comienzo de la verdadera tragedia para quienes en los albergues y en los hogares solidarios de amigos y familiares paliaron las primeras horas del desastre”.
Tal vez esto no sea igual. Aunque en Tabasco sólo los forasteros y los pendejos pueden pronosticar acerca de las lluvias y sus consecuencias.
Sí se puede estudiar el pasado y hacer prospecciones. Lamentaremos siempre que enemigos de Tabasco se opusieran al Canal de Alivio Samaria Golfo de México, que propuso en los 80`s el entonces gobernador Leandro Rovirosa Wade, obra que llegaron a calificar de faraónica.
La corrupción, el gran negocio que las inundaciones han permitido, es otro tema para llevar no sólo a las mesas de cafés y restaurantes sino a las barandillas de la justicia.
Hay tela de donde cortar en el análisis. El volumen de agua soltada por Peñitas, por ejemplo.
Y lo que está en las hemerotecas, al menos del cronista: “Esto de las inundaciones tiene su historia. La memoria no debe fallarnos, como a las aguas no se le olvidan sus territorios. Ya en 1955, cuando era secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos don Eduardo Chávez , el subsecretario de Recursos Hidráulicos, Luis Echegaray Bablot, dijo: `Desgraciadamente es frecuente observar que los problemas de ingeniería esencialmente básicos para el desarrollo de un país tienden a resolverse bajo el calor de pasiones políticas o de los intereses particulares, mientras a los técnicos especializados en la materia se les deja en segundo término y se les desperdicia atendiendo problemas baladíes”.
Tenemos tiempo para componen el mundo, mientras las aguas nos alcancen y de nuevo salga a flote la corrupción. O datos como ese de la turbinación tan necesaria para que las presas no revienten.
Volveremos. DM.
LADO OSCURO
Transparencia sería dar los nombres de los que ahora cobran la costalera.
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
El agua, buen tema
Si no las desalojamos no
aguantaríamos y viviríamos
lo mismo que pasó en el 2007
cuando se tuvieron que abrir
las compuertas hasta 2 mil 700
metros cúbicos por segundo.
Andrés Granier 250810
En Tabasco tenemos tema para, al menos, cuatro meses. La naturaleza nos alcanzará. Nada pueden contra ella las aspirinas hidráulicas. Las inundaciones no han podido ser controladas. Mal manejo del sistema hidrológico de la sierra de Chiapas. Corrupción en las obras. Mentiras y más mentiras.
Hasta hace dos días nos enteramos que fueron 2 mil 700 metros cúbicos por segundo los que nos mandaron desde la Presa Peñitas aquella vez. O sea: el doble de lo que están turbinando estos días. Podría pensarse, pues, que ni siquiera estamos en la fase 3 de alerta, por más que ya el Ejército, como en el 2007, está poniendo costales de arena en el malecón Leandro Rovirosa, en el lado de Villahermosa, ante las filtraciones del Grijalva.
Así se dieron las vísperas de la inundación de la capital hace tres años.
Ahora, parece, todo se adelanta. Aquella vez, agosto no fue igual que ahora en cantidad de lluvias. Tampoco se buscaban culpables si no que, se intentaba evitar los daños. La crónica lo dijo cuando Villahermosa se fue a pique: “En tanto Tabasco empieza a salir de la angustia provocada por el fenómeno meteorológico y en el olor a muerto de sus calles empieza la reconstrucción, la nueva vida. Hasta se escuchan las voces que acusan a quienes contribuyeron que la naturaleza golpeara con mayor fuerza a los tabasqueños con obras hidráulicas inconclusas, corrupción que el agua saca a flote, hedor que lastima a todo el pueblo”.
Escrito está: “La cal que empieza blanquear los cadáveres de las mascotas y animales de corral que murieron en la inundación, principalmente en el centro de Villahermosa, no cubrirá la corrupción de gobiernos pasados que apesta más que las calles de la capital tabasqueña.
“En medio del dolor de las pérdidas materiales en todos los hogares, la gente regresa a sus casas. Toneladas de muebles convertidos en basura se hacinan en las calles como un monumento a la avaricia de quienes han lucrado con el presupuesto destinado a evitar las inundaciones.
“Es el olor a muerte que lastima la vida. El comienzo de la verdadera tragedia para quienes en los albergues y en los hogares solidarios de amigos y familiares paliaron las primeras horas del desastre”.
Tal vez esto no sea igual. Aunque en Tabasco sólo los forasteros y los pendejos pueden pronosticar acerca de las lluvias y sus consecuencias.
Sí se puede estudiar el pasado y hacer prospecciones. Lamentaremos siempre que enemigos de Tabasco se opusieran al Canal de Alivio Samaria Golfo de México, que propuso en los 80`s el entonces gobernador Leandro Rovirosa Wade, obra que llegaron a calificar de faraónica.
La corrupción, el gran negocio que las inundaciones han permitido, es otro tema para llevar no sólo a las mesas de cafés y restaurantes sino a las barandillas de la justicia.
Hay tela de donde cortar en el análisis. El volumen de agua soltada por Peñitas, por ejemplo.
Y lo que está en las hemerotecas, al menos del cronista: “Esto de las inundaciones tiene su historia. La memoria no debe fallarnos, como a las aguas no se le olvidan sus territorios. Ya en 1955, cuando era secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos don Eduardo Chávez , el subsecretario de Recursos Hidráulicos, Luis Echegaray Bablot, dijo: `Desgraciadamente es frecuente observar que los problemas de ingeniería esencialmente básicos para el desarrollo de un país tienden a resolverse bajo el calor de pasiones políticas o de los intereses particulares, mientras a los técnicos especializados en la materia se les deja en segundo término y se les desperdicia atendiendo problemas baladíes”.
Tenemos tiempo para componen el mundo, mientras las aguas nos alcancen y de nuevo salga a flote la corrupción. O datos como ese de la turbinación tan necesaria para que las presas no revienten.
Volveremos. DM.
LADO OSCURO
Transparencia sería dar los nombres de los que ahora cobran la costalera.
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