Tp030810Sucesión.RN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Aliancistas de ayer…
El electorado votó sin saber
que lo hacía para detener el
desmoronamiento de Calderón.
Pero existe un hartazgo popular
explosivo, cuidado. Manuel Bartlett/
Disfraz de Calderón. El Universal 170710
¿Estarán los tabasqueños dispuestos a mantener en el poder a un Partido que ha fallado con Fox y Calderón? ¿El voto del 2012 sería, en el caso de la elección estatal, para una alianza en la que el PAN se disfrace de nuevo?
En Tabasco el PAN no ha triunfado. Las victorias en dos presidencias municipales (Balancán y Zapata) en los comicios pasados se dieron a favor de los candidatos, no de Acción Nacional.
Hay quienes piensan que en Tabasco sería posible que PAN y PRD busquen sacar de la Quinta Grijalva y de Palacio de Gobierno al PRI. Como también quisieran, en la contienda nacional, evitar el retorno priísta.
Sobre esto es claro nuestro cuasi paisano ex gobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, en relación a elecciones recientes (y su proyección al 2012): Las alianzas son el disfraz con el que Calderón ocultó al PAN, lo envolvió en múltiples siglas, fingió una alianza democrática plural, para evitar el rechazo a su partido responsable de la ingobernabilidad, inseguridad, empobrecimiento, desempleo.
Esa es la inevitabilidad que se “percibe” del retorno del PRI, repudio natural al fallido Calderón. Haber evitado el carro completo, como alardean, no es producto de alianzas. Atrás de ellas estuvo la ilegal intervención del Ejecutivo con todos sus instrumentos: dinero ilimitado, programas “sociales”, dádivas, intervención de instituciones públicas, espionaje, campañas negras, delegados federales, Notimex, las televisoras nacionales. Todos delitos electorales. Desesperado, Calderón destruyó los avances electorales, agrega Bartlett.
Además los azules están entrampados. No es posible que en Tabasco ellos hagan alianzas con el PRD y éste, en las elecciones presidenciales, luche por sacarlo de Los Pinos, aunque no para que regrese el PRI.
Vaya enredo.
Además, un aliancista de corazón como es Juan José Rodríguez Prats, no apoyaría jugar el balón en el mismo equipo perredista, acá en Tabasco. Aunque es de la opinión que las alianzas funcionan. “Coalición y alianza evocan una idea de unidad en torno a fines y propósitos pero también en contra de algo, lo cual también constituye una fuerza que le da cohesión a quienes pretenden solidarizarse”, escribió el 2 de septiembre de 1999 en el diario perredista La Verdad del Sureste.
Ahora que está contra una alianza con el PRD, claro porque en ella iría la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Su espíritu aliancista afloró con miras a las elecciones del 2000. Pero ahora que el PAN está en el poder sabe que una alianza nacional sería para rectificar caminos.
Lo que Rodríguez Prats decía entonces tiene, empero, valor actual: “En el caso de México, se considera que la tarea fundamental es terminar con un régimen presidencialista que no corresponde al modelo diseñado por la Constitución, que siendo desde luego presidencial, define una división de poderes que en la práctica hasta hace dos años fue nula. Régimen que no puede ostentarse como beneficio para el pueblo de México pues los saldos en todos los órdenes (y más en el de seguridad nacional, agrega el columnista) son negativos”.
Verba volant, scripta manent.
LADO CLARO
En Casa Blanca no se puede jugar con la Ley porque está en riesgo la seguridad de miles de habitantes de Villahermosa.
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Aliancistas de ayer…
El electorado votó sin saber
que lo hacía para detener el
desmoronamiento de Calderón.
Pero existe un hartazgo popular
explosivo, cuidado. Manuel Bartlett/
Disfraz de Calderón. El Universal 170710
¿Estarán los tabasqueños dispuestos a mantener en el poder a un Partido que ha fallado con Fox y Calderón? ¿El voto del 2012 sería, en el caso de la elección estatal, para una alianza en la que el PAN se disfrace de nuevo?
En Tabasco el PAN no ha triunfado. Las victorias en dos presidencias municipales (Balancán y Zapata) en los comicios pasados se dieron a favor de los candidatos, no de Acción Nacional.
Hay quienes piensan que en Tabasco sería posible que PAN y PRD busquen sacar de la Quinta Grijalva y de Palacio de Gobierno al PRI. Como también quisieran, en la contienda nacional, evitar el retorno priísta.
Sobre esto es claro nuestro cuasi paisano ex gobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, en relación a elecciones recientes (y su proyección al 2012): Las alianzas son el disfraz con el que Calderón ocultó al PAN, lo envolvió en múltiples siglas, fingió una alianza democrática plural, para evitar el rechazo a su partido responsable de la ingobernabilidad, inseguridad, empobrecimiento, desempleo.
Esa es la inevitabilidad que se “percibe” del retorno del PRI, repudio natural al fallido Calderón. Haber evitado el carro completo, como alardean, no es producto de alianzas. Atrás de ellas estuvo la ilegal intervención del Ejecutivo con todos sus instrumentos: dinero ilimitado, programas “sociales”, dádivas, intervención de instituciones públicas, espionaje, campañas negras, delegados federales, Notimex, las televisoras nacionales. Todos delitos electorales. Desesperado, Calderón destruyó los avances electorales, agrega Bartlett.
Además los azules están entrampados. No es posible que en Tabasco ellos hagan alianzas con el PRD y éste, en las elecciones presidenciales, luche por sacarlo de Los Pinos, aunque no para que regrese el PRI.
Vaya enredo.
Además, un aliancista de corazón como es Juan José Rodríguez Prats, no apoyaría jugar el balón en el mismo equipo perredista, acá en Tabasco. Aunque es de la opinión que las alianzas funcionan. “Coalición y alianza evocan una idea de unidad en torno a fines y propósitos pero también en contra de algo, lo cual también constituye una fuerza que le da cohesión a quienes pretenden solidarizarse”, escribió el 2 de septiembre de 1999 en el diario perredista La Verdad del Sureste.
Ahora que está contra una alianza con el PRD, claro porque en ella iría la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Su espíritu aliancista afloró con miras a las elecciones del 2000. Pero ahora que el PAN está en el poder sabe que una alianza nacional sería para rectificar caminos.
Lo que Rodríguez Prats decía entonces tiene, empero, valor actual: “En el caso de México, se considera que la tarea fundamental es terminar con un régimen presidencialista que no corresponde al modelo diseñado por la Constitución, que siendo desde luego presidencial, define una división de poderes que en la práctica hasta hace dos años fue nula. Régimen que no puede ostentarse como beneficio para el pueblo de México pues los saldos en todos los órdenes (y más en el de seguridad nacional, agrega el columnista) son negativos”.
Verba volant, scripta manent.
LADO CLARO
En Casa Blanca no se puede jugar con la Ley porque está en riesgo la seguridad de miles de habitantes de Villahermosa.
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