Tp200810PrensaRN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Calcáneo Collado, Jorge Alberto Javier
Quero (decanato de Rumbo Nuevo),
Emery Hernández Marín y Gilberto Sánchez,
colegas de Tabasco galardonadoscon el Premio
México de Periodismo 2010.
En la licenciatura de Periodismo, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, presenté el siguiente texto, oportuno de recordar al celebrarse las Jornadas Periodísticas 2010 de la Fapermex: ¿Qué es lo ético en periodismo? Es una pregunta permanente para quienes, con responsabilidad, ejercen una función pública y defienden el derecho del pueblo a tener la mejor información de sus medios.También podría preguntarse ¿qué no es ético en el ejercicio periodístico? Y ambas preguntas, válidas, tendrán diversas respuestas en los propios periodistas, tanto de medios escritos como electrónicos. Cada quien hablará como le va en la fiesta.Y es que la ética, como la responsabilidad social, son varas que cada quien utiliza no para medir el ejercicio periodístico sino, en la mayoría de los casos, para justificar su propio desempeño en este quehacer que debe ser terreno de los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres que con pasión, convicción y responsabilidad han escogido un terreno muchas veces minado por la incomprensión tanto de los emisores como los receptores del producto que se maneja en los medios.Si el objetivo primordial de todo medio es mantener bien informada a la población para que tome las decisiones en cada caso de la vida pública, no es ético ocultar informaciones, manipularlas, presentarlas incompletas. Esto sólo genera confusión y ni siquiera puede pensarse que se está generando una opinión pública en la que la individualidad sea absorbida por lo que creen o practica la mayoría, mal informada o manipulada.Tampoco es ético mantener una línea permanente de agresión contra el poder, como no lo es, tampoco, el poner al servicio de éste los medios. Ni amanuenses ni francotiradores del poder. ¿Es ético enriquecerse, hacerse millonario en el ejercicio periodístico a costa de lo que sea? Este asunto es difícil de dilucidar individualmente. Hay quienes viven en la medianía juarista, periodista que muchas veces mueren en la pobreza, sin renunciar a su pasión por la verdad. Tampoco puede censurarse a los que logran dentro de una empresa —el periodismo es un negocio también— prosperar sin que la ética, sin que la responsabilidad social se supedite a la venta de espacios o tiempos en los medios. Al fin y al cabo el juicio para quienes transitan estos caminos lo da la Historia, de quienes los periodistas deben ser ayudantes de campo.El periodismo es un trabajo, y quienes lo practican tienen derecho a percibir un salario decoroso, al menos. Aunque también es terreno para la utopía de los soñadores de la verdad, que en otros tiempos constituyeron un periodismo actuante, no de sólo informadores sino de activistas en la defensa de la libertad de expresión y de adalides de las causas populares. Enorgullece, por ello, el que muchos colegas obtengan reconocimientos como el de la estatuilla de Ricardo Flores Magón, ejemplo claro de aquel periodismo trascendido en los medios que ejercen la tarea de informar sin tomar acción directa en los cambios sociales. Cuando se ejerce un periodismo ético y responsable resulta más eficaz una pluma leal al pueblo que un arma en las manos de un periodista. Ésta podría derrotar a muy pocos enemigos del pueblo. Aquella levantar conciencias.Ahora bien, ¿es necesario un código de ética general para los periodistas o se tiene que acatar como verdad irrefutable el que cada quien es responsable de su ejercicio profesional —o de su oficio en el caso de quienes, todavía, somos periodistas sin toga ni birrete? Algunos medios informativos tienen sus códigos. Algunas asociaciones de periodistas se han dictado normas para un mejor desempeño de sus afiliados en el quehacer periodístico.
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