Tp090810CulturaRN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Nostalgia y disfrute
Y del quehacer de la más antigua
América, el sisguá siempre. Ramón
Bolívar/ Nada es tumulto. Cartas de
navegación desde las tierras bajas.
Alberto Naranjo y Ramón Bolívar llevan a la nostalgia y al disfrute. Una invitación y un libro —naves que se abordan en el recuerdo y la saudedad—. Alimento para el cuerpo, ofrece la primera; para el alma, el segundo.
Bolívar me entrega, en la calle, cerca de la Casa de Cultura de la UJAT, su noveno libro de poesía Nada es Tumulto. Cartas de Navegación desde las tierras bajas. Un mapa, cartografía poética para andar en Tabasco. Brújula, cuadrante, astrolabio.
Naranjo, en su oficina, el pase para la Primera Exposición Intermunicipal del Dulce Regional y la Comida Prehispánica, evento que se inaugurará, a las 10.00 horas, el viernes 13 venidero, en la calle Aldama, de la Zona Luz, de la que es su coordinador.
Para la presentación del poemario de Ramón Bolívar, no hay fecha. Es posible que no se presente en Villahermosa, sino primero en el Distrito Federal.
La promesa de olores y sabores ancestrales de la muestra gastronómica —organizada por el Ayuntamiento del Centro y municipios invitados al través de la Dirección de Fomento Económico, la Coordinación de la Zona Luz, con el apoyo de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac)— es una espera agradable.
Disfrute inmediato, por el contrario, son los poemas-mapas, cartas de navegación —69 páginas, numeradas en medio de la rosa náutica— del libro de Bolívar: Periplo, memoria, reencuentro. El poeta, como el agua, reclama sus caminos, los devuelve al lector:
Miro la gente que se apiña bajo el techo con mirada de pepena. / Escurridizo esbozo donde chocan, deambulan y cachondean,/ recolectando de dos en dos los frutos de la ofrenda.
Como en una receta de comida prehispánica el poeta enlista las delicias, evocadas en el verso, del sitio por donde —lo decía Neruda— se conocen los pueblos. “Se exponen exóticos frutos:/ Uspí, malanga, hoja de tho, chile amash, huapaque,/ cuinicuil, guineo enano, nance casta verde, chinín,/ pitaya, pomarrosa, marañón y mango Manila”.
Alimento del alma, las palabras se volverán comida, dulce regional, en la fiesta del viernes 13. Exposición y rescate de la cultura gastronómica de nuestro pueblo, de su identidad y disfrute. Pejelagarto asado, pescado en momo, carne con chaya, tamales, ostiones (ahumados o al tapesco); pollo u otra carne en sangre o en verde, adobada, en salpicón, en chirmole, guisos en los que se sustituyen ahora la tortuga y otros quelonios, el tepezcuintle, el venado, podrían ser los platillos exhibidos y degustados este próximo fin de semana. Y el uliche, tal vez el más antiguo alimento maya.
Y la amplia variedad de dulces como el sisguá o pan de elote; dulces con frutos mencionados por el poeta que hace guiños a Pellicer por sus connotaciones eróticas-frutales: “Y donde el poeta de los huaraches y lentes oscuros,/ degustaba una guanánaba en cómplice silencio”.
El aeda sabe, y lo dice en sus versos, que el cuerpo no sólo se alimenta: “El sitio de lo fuerte y de lo duro está debajo./ Es el reino del caimito, lugar en que se ofertan las oscuras carnes/ con oloroso tramo de entrepiernas./ Oquedad diurna desde un paraíso soterrado./ —molienda imaginaria—./ Y del quehacer de la más antigua América, el sisguá siempre./ Apilado en el camino, la gruesa sensación de aquel duro banano,/ —oro verde—, cita de Vos./ Vestigio de condición de hombre con sospechosa negritud”.
Con Ramón Bolívar, navegando desde las tierras bajas, intento medir la altura de los astros con el sextante amigo. Con Alberto Naranjo, los sueños de gourmet vuelven de nuevo. Con ambos quedo en deuda todavía, mientras, con el primero degusto “ante el sabor amargo del chorote, el dulcísimo oreja de mico”.
LADO CLARO
Oficializar, el sábado pasado, el regreso de Mayans al PRI desmiente rumores y devuelve a ese partido el manejo de su agenda política.
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Nostalgia y disfrute
Y del quehacer de la más antigua
América, el sisguá siempre. Ramón
Bolívar/ Nada es tumulto. Cartas de
navegación desde las tierras bajas.
Alberto Naranjo y Ramón Bolívar llevan a la nostalgia y al disfrute. Una invitación y un libro —naves que se abordan en el recuerdo y la saudedad—. Alimento para el cuerpo, ofrece la primera; para el alma, el segundo.
Bolívar me entrega, en la calle, cerca de la Casa de Cultura de la UJAT, su noveno libro de poesía Nada es Tumulto. Cartas de Navegación desde las tierras bajas. Un mapa, cartografía poética para andar en Tabasco. Brújula, cuadrante, astrolabio.
Naranjo, en su oficina, el pase para la Primera Exposición Intermunicipal del Dulce Regional y la Comida Prehispánica, evento que se inaugurará, a las 10.00 horas, el viernes 13 venidero, en la calle Aldama, de la Zona Luz, de la que es su coordinador.
Para la presentación del poemario de Ramón Bolívar, no hay fecha. Es posible que no se presente en Villahermosa, sino primero en el Distrito Federal.
La promesa de olores y sabores ancestrales de la muestra gastronómica —organizada por el Ayuntamiento del Centro y municipios invitados al través de la Dirección de Fomento Económico, la Coordinación de la Zona Luz, con el apoyo de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac)— es una espera agradable.
Disfrute inmediato, por el contrario, son los poemas-mapas, cartas de navegación —69 páginas, numeradas en medio de la rosa náutica— del libro de Bolívar: Periplo, memoria, reencuentro. El poeta, como el agua, reclama sus caminos, los devuelve al lector:
Miro la gente que se apiña bajo el techo con mirada de pepena. / Escurridizo esbozo donde chocan, deambulan y cachondean,/ recolectando de dos en dos los frutos de la ofrenda.
Como en una receta de comida prehispánica el poeta enlista las delicias, evocadas en el verso, del sitio por donde —lo decía Neruda— se conocen los pueblos. “Se exponen exóticos frutos:/ Uspí, malanga, hoja de tho, chile amash, huapaque,/ cuinicuil, guineo enano, nance casta verde, chinín,/ pitaya, pomarrosa, marañón y mango Manila”.
Alimento del alma, las palabras se volverán comida, dulce regional, en la fiesta del viernes 13. Exposición y rescate de la cultura gastronómica de nuestro pueblo, de su identidad y disfrute. Pejelagarto asado, pescado en momo, carne con chaya, tamales, ostiones (ahumados o al tapesco); pollo u otra carne en sangre o en verde, adobada, en salpicón, en chirmole, guisos en los que se sustituyen ahora la tortuga y otros quelonios, el tepezcuintle, el venado, podrían ser los platillos exhibidos y degustados este próximo fin de semana. Y el uliche, tal vez el más antiguo alimento maya.
Y la amplia variedad de dulces como el sisguá o pan de elote; dulces con frutos mencionados por el poeta que hace guiños a Pellicer por sus connotaciones eróticas-frutales: “Y donde el poeta de los huaraches y lentes oscuros,/ degustaba una guanánaba en cómplice silencio”.
El aeda sabe, y lo dice en sus versos, que el cuerpo no sólo se alimenta: “El sitio de lo fuerte y de lo duro está debajo./ Es el reino del caimito, lugar en que se ofertan las oscuras carnes/ con oloroso tramo de entrepiernas./ Oquedad diurna desde un paraíso soterrado./ —molienda imaginaria—./ Y del quehacer de la más antigua América, el sisguá siempre./ Apilado en el camino, la gruesa sensación de aquel duro banano,/ —oro verde—, cita de Vos./ Vestigio de condición de hombre con sospechosa negritud”.
Con Ramón Bolívar, navegando desde las tierras bajas, intento medir la altura de los astros con el sextante amigo. Con Alberto Naranjo, los sueños de gourmet vuelven de nuevo. Con ambos quedo en deuda todavía, mientras, con el primero degusto “ante el sabor amargo del chorote, el dulcísimo oreja de mico”.
LADO CLARO
Oficializar, el sábado pasado, el regreso de Mayans al PRI desmiente rumores y devuelve a ese partido el manejo de su agenda política.
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