Tp230810InundaciónRN
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Alerta máxima
Yo podría decir: ya vienen los helicópteros.
Decir que a nuestro paisaje le está haciendo
falta su presencia de pájaro fantástico, legendario.
Gabriel García Márquez 210548/ El Universal, Cartagena.
El probable anuncio de que el desfogue de Peñitas pasará de 1,100 a 1,500 metros cúbicos por segundo, la alerta máxima en que se encuentran una decena de comunidades de este municipio del Centro, con algunos desbordamientos del río Grijalva, y la amenaza que se cierne sobre la región de la Chontalpa, aún no afecta a Villahermosa.
Las murallas sobre los malecones Carlos A. Madrazo, en Villahermosa, y Leandro Rovirosa, en Las Gaviotas, ya han sido alcanzadas por las aguas pero falta poco menos de metro y medio para que sean rebasadas. En los campos detrás de la colonia Las Gaviotas y sus aledañas, todavía hay espacio para los escurrimientos de la Sierra.
Todo indica que la capital tabasqueña, al menos el centro, no sufrirá esta vez el embate de la naturaleza, a pesar de la corrupción que retrasó su amurallamiento y dio, nuevamente, oportunidad para el negocio de los costales de arena en las llamadas “ventanas”.
Es posible que la crónica no sea la misma del 2007:
“En tanto Tabasco (Villahermosa) empieza a salir de la angustia provocada por el fenómeno meteorológico y en el olor a muerto de sus calles empieza la reconstrucción, la nueva vida. Hasta se escuchan las voces que acusan a quienes contribuyeron que la naturaleza golpeara con mayor fuerza a los tabasqueños con obras hidráulicas inconclusas, corrupción que el agua saca a flote, hedor que lastima a todo el pueblo.
“La cal —que empieza blanquear los cadáveres de las mascotas y animales de corral que murieron en la inundación, principalmente en el centro de Villahermosa—, no cubrirá la corrupción de gobiernos pasados que apesta más que las calles de la capital tabasqueña”.
Sin embargo, ayer domingo, la gente preguntaba.
El reportero recorrió, ayer, detrás de Las Gaviotas, algunos bordos. El embalse de aquellas lagunas, todavía no es el peligro, lo que contribuyó a la Gran Inundación. Hay que admitir que el Tintillo ha funcionado y evitado que las aguas lleguen a la capital de Tabasco, aunque inunden los campos y algunas comunidades, como habrá de suceder en municipios de la Chontalpa.
Ese peligro está contemplado desde el 2007. La crónica es historia revisable: “Setenta mil hectáreas se inundarán en la Chontalpa chica, en la próxima temporada de lluvia, a partir de octubre, de funcionar la compuerta El Macayo que evitaría inundaciones en Villahermosa, escribí en 2008, 5 junio, en Oro Negro.
La noticia, dura, revela toda una historia de olvidos, fallas y corrupciones que en 50 años convirtieron un proyecto hidráulico contra las inundaciones en un factor que las desencadena; una historia que puede acabar bien, a pesar de revivir viejos problemas como el de zonas inundables en la Chontalpa.
El peligro de que el sistema hidrológico del Alto Grijalva sea una catástrofe para Tabasco se manifestó en una de la decena de reuniones que el presidente Calderón encabezó en Villahermosa durante las inundaciones del año pasado (2007): —Señor director ¿cuál sería el riesgo en el caso de que se cerrará totalmente la Presa de Peñitas –preguntó el mandatario al responsable de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que por esas cosas de la política y la técnica es la que tiene a su cargo el manejo de las presas.
—El riesgo sería catastrófico, señor presidente, sería la posible afectación total de la Presa de Peñitas y la descarga de toda esa cantidad de agua, 330 millones de metros cúbicos, a la ciudad de Villahermosa. De tal suerte que por ningún motivo, y bajo ninguna circunstancia, se está tomando ese riesgo y la presa opera bajo completas condiciones de seguridad y bajo ningún motivo estamos arriesgando esa posibilidad —respondió Alfredo Elías Ayub, ese
miércoles 31 de octubre del año 2007”.
¿Podría yo decir, como Gabriel García Márquez, ya vienen los helicópteros?
LADO CLARO
El posible estreno, 3 de septiembre, de la película “El infierno”, del cineasta Luis Estrada (remember “La Ley de Herodes”) debía formar parte de los festejos del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución.
TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Por Erwin Macario* erwinmacario@hotmail.com
Alerta máxima
Yo podría decir: ya vienen los helicópteros.
Decir que a nuestro paisaje le está haciendo
falta su presencia de pájaro fantástico, legendario.
Gabriel García Márquez 210548/ El Universal, Cartagena.
El probable anuncio de que el desfogue de Peñitas pasará de 1,100 a 1,500 metros cúbicos por segundo, la alerta máxima en que se encuentran una decena de comunidades de este municipio del Centro, con algunos desbordamientos del río Grijalva, y la amenaza que se cierne sobre la región de la Chontalpa, aún no afecta a Villahermosa.
Las murallas sobre los malecones Carlos A. Madrazo, en Villahermosa, y Leandro Rovirosa, en Las Gaviotas, ya han sido alcanzadas por las aguas pero falta poco menos de metro y medio para que sean rebasadas. En los campos detrás de la colonia Las Gaviotas y sus aledañas, todavía hay espacio para los escurrimientos de la Sierra.
Todo indica que la capital tabasqueña, al menos el centro, no sufrirá esta vez el embate de la naturaleza, a pesar de la corrupción que retrasó su amurallamiento y dio, nuevamente, oportunidad para el negocio de los costales de arena en las llamadas “ventanas”.
Es posible que la crónica no sea la misma del 2007:
“En tanto Tabasco (Villahermosa) empieza a salir de la angustia provocada por el fenómeno meteorológico y en el olor a muerto de sus calles empieza la reconstrucción, la nueva vida. Hasta se escuchan las voces que acusan a quienes contribuyeron que la naturaleza golpeara con mayor fuerza a los tabasqueños con obras hidráulicas inconclusas, corrupción que el agua saca a flote, hedor que lastima a todo el pueblo.
“La cal —que empieza blanquear los cadáveres de las mascotas y animales de corral que murieron en la inundación, principalmente en el centro de Villahermosa—, no cubrirá la corrupción de gobiernos pasados que apesta más que las calles de la capital tabasqueña”.
Sin embargo, ayer domingo, la gente preguntaba.
El reportero recorrió, ayer, detrás de Las Gaviotas, algunos bordos. El embalse de aquellas lagunas, todavía no es el peligro, lo que contribuyó a la Gran Inundación. Hay que admitir que el Tintillo ha funcionado y evitado que las aguas lleguen a la capital de Tabasco, aunque inunden los campos y algunas comunidades, como habrá de suceder en municipios de la Chontalpa.
Ese peligro está contemplado desde el 2007. La crónica es historia revisable: “Setenta mil hectáreas se inundarán en la Chontalpa chica, en la próxima temporada de lluvia, a partir de octubre, de funcionar la compuerta El Macayo que evitaría inundaciones en Villahermosa, escribí en 2008, 5 junio, en Oro Negro.
La noticia, dura, revela toda una historia de olvidos, fallas y corrupciones que en 50 años convirtieron un proyecto hidráulico contra las inundaciones en un factor que las desencadena; una historia que puede acabar bien, a pesar de revivir viejos problemas como el de zonas inundables en la Chontalpa.
El peligro de que el sistema hidrológico del Alto Grijalva sea una catástrofe para Tabasco se manifestó en una de la decena de reuniones que el presidente Calderón encabezó en Villahermosa durante las inundaciones del año pasado (2007): —Señor director ¿cuál sería el riesgo en el caso de que se cerrará totalmente la Presa de Peñitas –preguntó el mandatario al responsable de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que por esas cosas de la política y la técnica es la que tiene a su cargo el manejo de las presas.
—El riesgo sería catastrófico, señor presidente, sería la posible afectación total de la Presa de Peñitas y la descarga de toda esa cantidad de agua, 330 millones de metros cúbicos, a la ciudad de Villahermosa. De tal suerte que por ningún motivo, y bajo ninguna circunstancia, se está tomando ese riesgo y la presa opera bajo completas condiciones de seguridad y bajo ningún motivo estamos arriesgando esa posibilidad —respondió Alfredo Elías Ayub, ese
miércoles 31 de octubre del año 2007”.
¿Podría yo decir, como Gabriel García Márquez, ya vienen los helicópteros?
LADO CLARO
El posible estreno, 3 de septiembre, de la película “El infierno”, del cineasta Luis Estrada (remember “La Ley de Herodes”) debía formar parte de los festejos del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario